Figura de perfil, 1925
Un retrato de Dalí de su hermana Ana María que se creía perdido sale a la venta en Londres. Será el próximo 2 de marzo en la casa de subastas Bonhams, con un precio de salida de entre 940.000 y 1,4 millones de euros. Una imagen que revive su tormentosa relación.
Ana María había sido la musa de numerosos retratos tempranos de su carrera, entre ellos Figura de perfil, que lidera la venta de Arte Moderno que se celebra el 2 de marzo en la sede londinense de Bonhams con una estimación de 940.000 a 1,4 millones de euros. Este lienzo de 1925, que llevaba casi un siglo al resguardo de miradas ajenas, fue un obsequio de Dalí a su hermana. El artista lo incluyó entre las 17 obras de su primera individual en las Galerías Dalmau ese mismo año.
Para India Phillips, especialista de la casa subastadora, lo que convierte esta tela en notable es su rareza, porque "apenas se conservan un puñado de obras de este período en manos privadas". "En los años 20, añade, Dalí era un pintor reflexivo, elegía cuidadosamente sus temas y trabajaba de forma meticulosa. Este cuadro fue creado justo en la génesis de su salto al surrealismo". La directora de los Museos Dalí, Montse Aguer, hace la siguiente valoración: "Es un cuadro interesante también por el halo de misterio que le acompaña, al estar tanto tiempo fuera de la escena pública. Es un óleo poco conocido hasta ahora, había escasas referencias -de hecho se sabía de su existencia a través de una imagen en blanco y negro- y completa el grupo de retratos de su hermana, conjunto que refleja la evolución y la experimentación constante de Dalí. La Fundación posee una gran colección de obras de Dalí de primera época y, en este sentido, no es una pieza fundamental para nosotros".
Dalí tenía solo 21 años cuando pintó este retrato, "y no cesaba de experimentar con su pintura, influenciado por las tendencias vanguardistas, especialmente el cubismo de Picasso y la pintura metafísica, así como por Ingres y la importancia del dibujo", sostiene la historiadora del arte Marga Perera, autora de una monografía sobre el artista.
En la época en que pintó esta tela Dalí vivía en la Residencia de Estudiantes mientras estudiaba Bellas Artes en Madrid. "En 1925 invitó a su camarada Federico García Lorca a pasar las vacaciones en Cadaqués. Fue una etapa feliz para los dos amigos y también para Ana María, que quedó fascinada con el poeta granadino", señala Perera. Lorca manifestaría que Ana María era "sin duda, la chica más asombrosa que he visto en mi vida". Su belleza tampoco pasaba inadvertida para su hermano quien la retrató en repetidas ocasiones. Dalí prefería captarla de espaldas, a menudo mirando al mar. Algunos han interpretado su predilección por esta pose diciendo que se inspiró en las pinturas de Ingres, como La bañista de Valpinçon, e incluso el artista refirió una aparición fantasmal en la ventana de su dormitorio de una enigmática mujer de espaldas.
El distanciamiento de los hermanos se remonta a 1929, y en él pudo ser determinante la entrada en escena de Gala Éluard, pero también que el pintor fuera expulsado de la casa por su padre furioso con la inscripción que éste había hecho en un dibujo: "a veces escupo con placer sobre el retrato de mi madre". La publicación por Ana María de sus memorias en 1949, Salvador Dalí visto por su hermana, selló la ruptura. Enojado con las "falsedades manifiestas" que según él había vertido su hermana, Dalí la acusó de haber vendido muchas de las obras que había dejado en la casa familiar veinte años antes. Su venganza sería la última pintura inspirada en su hermana, Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad de 1954. Dalí murió en enero de 1989, dejando su legado al Estado español. Ana María, que nunca se casó, falleció tres meses después, también sin hijos. Figura de perfil es un hermoso testimonio de los buenos tiempos.