Muere el artista Howard Hodgkin

Roger Hodgkin

Howard Hodgkin (Hammersmith, 1932 - Londres, 2017), "una figura central del arte contemporáneo en los últimos 50 años" en el Reino Unido, ha muerto a los 84 años en Londres, según ha informado la Tate. Aunque en diversas ocasiones se le ha calificado de artista abstracto él nunca usó dicha etiqueta y le gustaba calificarse como "pintor figurativo de situaciones emocionales". Nicholas Serota, director de la red de museos, ha comunicado que "Hodgkin ha sido uno de los grandes artistas y coloristas de su generación. Sus pinturas intensas y sensuales estaban infundidas por su amor y entendimiento de la pintura francesa de finales del siglo XIX".

El estilo del artista, que representó al Reino Unido en la Bienal de Venecia en 1984 y fue merecedor del Turner Prize en 1985, se caracteriza por sus llamativos colores, por el complejo e ilusionista uso del espacio y un sensual uso del pincel. Pero quizá una de las principales preocupaciones del artista durante los 65 años de trayectoria haya sido evocar la presencia humana. También el papel de la memoria, la expresión de las emociones y la exploración de las relaciones entre las personas y los espacios.

La muerte del artista llega a escasos días de la inauguración de Absent Friends, su primera exposición de retratos en la National Portrait Gallery de Londres. La muestra por su parte explora el desarrollo de una visión propia sobre el retrato que desafía las formas de representación formales. El director de la pinacoteca, Nicholas Cullinan, se ha unido a los mensajes de despedida: "Hemos trabajado estrechamente en los últimos dos años con Hodgkin para organizar la exposición de sus retratos, la primera dedicada a este aspecto de su obra. Su colaboración, compromiso y estímulo han sido una inspiración. Estamos en deuda con el artista por hacerla posible y esperamos que la exposición funcione como un tributo a su vida y a su obra".

The Tilsons, 1965-67

También el director artístico de la cadena británica BBC, Will Gompertz, ha querido expresar su lamento sobre la muerte de Hodgkin: "Tomó la esencia de Matisse y Degas y la mezcló con la abstracción europea y el color de la pintura india para evocar, a través de su estilo único, imágenes sensitivas y bellas".

En España el Museo Reina Sofía le dedicó una retrospectiva en el año 2006. En aquel momento, la crítica de arte Rocío de la Villa definió su obra de la siguiente manera: "A lo largo de su carrera, se le ha definido como "pintor de cuadros de chimenea", esto es, decorativo en sentido comercial, pero ahora se rescata su inconformismo respecto a las tendencias conceptuales y su acentuado perfil artesanal, de gourmet de la cocina de la pintura".

Durante los años 40 Hodgkin no le daba importancia a la luz y sus pinturas eran caracterizadas por formas silueteadas con gruesos trazos mostrando escenas nocturnas del ambiente de artistas y críticos. Poco después las celdillas negras fueron sustituidas por una paleta alegre y divertida, pero consecuente con las técnicas gráficas de impresión de carteles. Pero su gran cambio llegó en la década de los 70 cuando en un viaje a la India reconoce su homosexualidad. A raíz de ese reconocimiento Hodgkin se libera y emerge su originalidad creando cuadros que no se pueden encasillar ni en la abstracción ni en la figuración sino que, según sus palabras, emulan "situaciones emocionales". Otro momento decisivo para su obra llegó cuando abandonó el lienzo y empezó a utilizar la madera como soporte para sus pinturas. Así es como empezó a hacer un pintura hacia el interior recuadrando el paisaje en diversas combinaciones con trazos anchos que obligan al espectador a mirar al centro de la obra misma, donde los planos de color sobrepuestos nos empujan hacia el horizonte último del que procede la luz.