Sonia Delaunay (1885-1979) fue una artista que creía firmemente en que el arte tenía el poder de cambiar la sociedad invadiendo a la propia sociedad. Tiempo después esta manera de entender el arte la retomó La Bauhaus pero ya tuvo su momento con el movimiento arts and crafts inglés y la sucesión de movimientos que tuvieron lugar a finales del siglo XIX. Delaunay, diseñadora de interiores, diseñadora de moda y pintora se diferenció de su marido, Robert Delaunay, en el uso del color y con su imaginario más ligado al expresionismo alemán. "Son dos personalidades que pueden entenderse por sí mismas, ninguno pierde al estar separados. Es cierto que Robert podía desplegar todo su potencial artístico con una Sonia pintora y si hacemos una muestra conjunta ella pierde porque no se puede explicar todo aquello en lo que él no estuvo implicado", explica Marta del Árbol, comisaria de la muestra Sonia Delaunay. Arte, diseño y moda que le dedica el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el próximo 15 de octubre.
Descendiente de una familia ucraniana cuando sus padres murieron se trasladó a San Petersburgo con otra parte de su familia. La tradición y lo popular se pueden ver en sus obras al mismo tiempo que buscó un estilo propio durante las vanguardias. Su especificación fue dar rienda suelta al simultaneísmo, una teoría que juega con los colores para crear movimiento y dinamismo. "La figura de Sonia ha empezado a reivindicarse hace poco. Hasta ahora se hablaba de la pareja artística que formaban pero eso tan solo hacía que se privilegiase su faceta pictórica dejando pasar de largo las artes aplicadas", comenta a El Cultural la comisaria.
Claro que también tiene algo de género y "de jerarquía que se establece entre las Bellas Artes y las artes aplicadas". Ahora, en un momento en el que se está haciendo una revisión de los estudios de género y de esa distinción entre artes "Sonia cobra fuerza aislando a Robert". Aunque esta muestra no tiene que ver con él hay algunas de sus obras que sirven para dar testimonio como testigo de la trayectoria de su mujer. De hecho, en algunos de sus lienzos él pinta los vestidos en los que estaba trabajando ella y "es ahí donde él tiene cabida", apunta Del Árbol.
A modo de homenaje, por un lado a la artista y, por otro, a su periplo de seis años por Madrid, la exposición muestra cómo esta etapa influyó en el desarrollo profesional de Sonia Delaunay. Bocetos, vestidos, abrigos, patrones de moda, dibujos y lienzos muestran a una artista total que también tuvo sus escarceos con el dadaísmo llegando a diseñar vestidos-poema con escritos de Gómez de la Serna.
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