Abandoned, de Richard Allenby-Pratt
El festival de la localidad vizcaína celebra su undécima edición estrenando comisaria, Mónica Allende, que articulará las próximas tres ediciones bajo el título de Transiciones, en referencia a la época de profundos y eclécticos cambios que vivimos.
La postglobalización en la que nos encontramos, según la comisaria, plantea interrogantes de actuación presente y futura en casi todos los ámbitos posibles, desde lo político y lo social hasta lo medioambiental y lo personal. Por eso Getxophoto no se restringe a una problemática y pretende ofrecer una mirada amplia a los efectos causados por la globalización y sus consecuencias en nosotros, abordando una inquietud común, la incertidumbre del futuro cercano. "¿Qué estamos haciendo? y ¿hacia dónde vamos?, son las preguntas claves a las que trata de dar respuesta este festival", asegura Allende, que defiende que los trabajos expuestos no presentan un carácter dogmático o politizado, ya que "no hay respuestas fáciles. Estas obras simplemente generan o avivan conversaciones. La narrativa visual, el contar historias visualmente nace siempre de la idea de instigar una conversación social sin posicionamientos".
Uno de los temas más preocupantes que aborda el festival es el del medioambiente, reflejado en el profundo mensaje ecologista de la británica Mandy Barker. La artista presenta imágenes de residuos plásticos que ha ido recogiendo por playas de todo el mundo con las que crea composiciones de gran belleza que, por contraste, provocan un gran impacto y, en consecuencia, una mayor concienciación social sobre el problema medioambiental de la utilización de nuestros mares como vertederos del consumismo.
Detalle de Soup, de Mandy Barker
Pero el medioambiente no afecta solo al aspecto ecológico. Nunca antes en la historia, nuestra vida cotidiana ha tenido tanto impacto en el medio ambiente, un camino de doble sentido que se refleja en qué comemos o qué vestimos. Del camino de nuestras prendas de ropa se ocupa Paolo Woods, que recorre el camino de las piezas desde las fábricas de los países subdesarrollados hasta nuestras tiendas, y de vuelta a los países subdesarrollados, a donde llegan como donaciones, en una espiral demencial. Por su parte el Henk Wildschut repasa las sombras de nuestra industria alimentaria lanzando al aire el clásico debate de qué estamos comiendo realmente y qué queremos comer.También sobre la naturaleza, en este caso nuestro dominio nocivo de ella reflexiona, Richard Allenby-Pratt, que imagina un futuro próximo en el que Dubai queda desierto tras el anuncio de la aparición de una nueva fuente de energía. La población huye del lugar pero la naturaleza persiste, las aves vuelven y los animales liberados de los zoos pasean por el nuevo escenario. Un trabajo sobre la insostenibilidad y un auténtico ejercicio de imaginación en el que no faltan la ironía y la crítica social. Y de una ciudad abandonada a una del futuro. El italiano Giulio Di Sturco fija su atención en las nuevas ciudades que están surgiendo en torno a los grandes aeropuertos, las denominadas "aerotrópolis". Ciudades inteligentes del futuro en las que los aeropuertos serán los hitos centrales de su configuración, en tanto que constituyen focos de atracción para los negocios, el comercio o la comunicación, como en el siglo XIX lo fueron los puertos y en el XX las autopistas.
Finalmente el británico Edmund Clark presenta probablemente uno de los trabajos más sobrecogedores de esta edición. Fue el primer fotógrafo al que se le permitió el acceso a una casa en la que una persona, que no había recibido juicio previo alguno pero era sospechosa de actividades relacionadas con el terrorismo, había sido reubicada y confinada bajo una Orden de Control (Control Order), una ley especial. A través de sus imágenes Clark nos muestra la existencia de estas nuevas formas de control por parte del gobierno británico.
Aerotrópolis, de Giulio Di Sturco
In-Flux, una reflexión sobre Europa
Pero la mayor carga de contenido político del festival lo asume la exposición colectiva In-Flux, creada en común por Allende junto a Shoair Mavlian, comisaria de Fotografía de la Tate Modern de Londres; en la que cinco artistas internacionales reflejan el actual estado de cambio que viven Europa y sus vecinos. "A nivel europeo me parecía clave enfocar los aspectos más políticos, abrazando un poco el concepto del post-Brexit y todas las consecuencias de la crisis de los refugiados y la polarización política de todos los estados", resume Allende. Los sucesos que se presentan son tanto sutiles como drásticos, desde las violentas protestas en la Plaza Maidán de Ucrania, las de Estambul en Turquía o la inmigración en ciudades portuarias de toda Europa, hasta obras que exploran temas de identidad de este continente. "Se trata de bucear en la crisis de identidad que está surgiendo dentro del proyecto de la Unión Europea".Saliendo del ámbito temático, esta edición de Getxophoto mantiene uno de los pilares del festival, el uso de soportes narrativos y tecnológicos variados, potenciados por la nueva comisaria a través de trabajos realizados en realidad virtual, instalaciones interactivas o audiovisuales. El festival presenta en esta edición una exposición colectiva titulada Nuevas Conversaciones (Nobukho Nqaba, Dries Depoorter, Monica Alcazar-Duarte, Jongsma+O'Neill), un intento por reflejar los nuevos caminos y medios de expresión que están adoptando los narradores visuales contemporáneos. "Cuando hablo de nuevas conversaciones hablo del vídeo, la codificación o programación creativa, las instalaciones interactivas, la realidad virtual...", enumera Allende. "Estas exposiciones tratan de responder a la pregunta de cómo vamos a contar historias, cómo influirán en esto las nuevas tecnologías, cómo vamos a buscar nuevas formas de proyección más allá de los ámbitos tradicionales, de la galería, la pared, el papel..."
Una imagen de The Ark, el documental de realidad virtual de Jongsma+O'Neill
Además, como viene siendo habitual en los últimos años, Getxophoto incluye en esta edición una nueva novedad, los laboratorios experimentales de creación. Dos talleres que este año se centrarán en la edición de publicaciones y "tocarán dos extremos opuestos. Por un lado, haremos un máster de cinco días impartido por la mayor especialista en fotolibros de Japón, Yumi Goto (con la colaboración del fotógrafo Juan Requena), que tratará el fotolibro como objeto de arte". Al otro extremo, el festival recupera la tradición setentera del fanzine, "narrar con una fotocopiadora en un minuto", con una clase de Matt Martin de The Photocopy Club London. "Es muy interesante un debate así en estos momentos de gran crisis de lo que es la publicación, el confrontar unos extremos tan conceptualizados y minoritarios y totalmente opuestos".Pero como queda dicho, el proyecto de Allende es de largo recorrido, y no se circunscribe solo a este año, sino que se extenderá otros dos más. Tras esta exploración de la posglobalización, de una existencia globalizada; el festival abordará sucesivamente "el concepto de tribu y de cómo estamos enfocando el contrato social, y finalmente exploraremos el individuo, las singulares mutaciones del homo sapiens y de su ser en este periodo de aceleradas transformaciones". Unas reflexiones, que son comunes a todos nosotros y que se inmiscuyen en nuestra cotidianidad, pues como recuerda la nueva comisaria, "todos los temas hacen un guiño a nuestras actividades y preocupaciones diarias. La idea es hacer una pausa, pensar y reflexionar, lo que podría ser un requisito necesario para reformular e ir más lejos en el discurso o, al menos, reconsiderar el futuro al que deseamos pertenecer y del que somos responsables".