Juan López: "Intento modificar la percepción del espacio"
Juan López. Foto: Javi Arias
Lleva tiempo retando a nuestra percepción con intervenciones que transforman el espacio en collages de tres dimensiones. Su próximo proyecto, Los Afijos, le ha llevado a la antigua cámara frigorífica de Matadero Madrid, donde inaugura el 15 de septiembre la nueva temporada de Abierto x Obras.
Pregunta.- ¿Da mucho vértigo meterle mano a este espacio de Matadero?
Respuesta.- Abierto x Obras es uno de los pocos lugares en Madrid con un programa de intervenciones específicas, por lo que siempre le he dado vueltas a la posibilidad de hacer algo allí. Ahora que ha llegado la invitación, las dudas y opciones con un espacio tan impresionante son innumerables, pero eso lo hace un reto más interesante si cabe.
P.- ¿Cómo ha sido el proceso de trabajo desde que le invitaron en diciembre hasta que finalmente ha entrado en la sala?
R.- Este tipo de proyectos requieren de muchas visitas al espacio, documentación fotográfica, mediciones, elaboración de planos y vistas 3D. Los calendarios expositivos hacen que sea complicado disponer del lugar para poder estar proyectando continuamente. En este caso, el trabajo con el ordenador y maquetas ayuda mucho, pero hasta que no llega el montaje en sala no se sabe cómo va a funcionar lo que he planteado. Siempre llevo una base bastante clara pero luego dejo una parte abierta a la improvisación en el lugar.
La arquitectura y las palabras
P.- ¿Con qué intervenciones se queda de las que hemos visto aquí hasta el momento?R.- En estos años ha habido trabajos de todo tipo pero si alguno me ha sorprendido de verdad, ha sido el último de Elena Alonso. Conocer su trabajo habitual sobre dibujo, pensar previamente en cómo lo formalizaría allí y encontrarse con ese trazo escultórico fue una gran sorpresa.
P.- Vayamos al lío: ha titulado su intervención Los Afijos, ¿la cosa va de gramática?
R.- Los afijos son añadidos que hacen cambiar el significado de los lexemas, la raíz esencial de una palabra. Siempre me ha gustado tomarme los títulos como una pieza más, muchas veces con juegos de palabras sobre el propio término que describía el proyecto, otras sacándolos de jerga o pintadas callejeras e incluso de situaciones vividas durante los días de montaje. En el caso de Abierto x Obras me he decantado por una palabra que acompañara muy bien esa idea de relacionar la construcción arquitectónica con la construcción de las palabras y que, a su vez, reseñara la propia acción realizada: añadir para modificar el significado original.
Los afijos
P.- En esta antigua cámara frigorífica de Matadero hemos visto albercas, juegos de luces, video-instalaciones, juegos con la oscuridad, y lo que viene ahora es…R.- Un proyecto que se centra en la estructura que sustenta el lugar, una intervención específica que parte de los propios elementos de la sala. Reproduciremos las vigas y columnas que se añadirán a la estructura original generándose un nuevo espacio, una nueva realidad. Desde el primer momento he trabajado con la planta de la sala como si se tratase de una retícula caligráfica, disponiendo los elementos como si estuviese escribiendo sobre ella. Al ordenar esos añadidos a la estructura original, se generan solapamientos visuales entre unos y otros. Como consecuencia aparecen nuevas formas que pueden recordar a signos gráficos, trazos que se acercan de algún modo a la escritura. Es una especie de collage tridimensional.
Dibujo expandido
P.- ¿Habrá entonces algo de dibujo?R.- Siempre me ha interesado el camino del dibujo hacia lo espacial y lo escultórico, por lo que creo que sí, habrá dibujo pero entendido de otra manera.
P.- ¿Cómo?
R.- En mis primeros trabajos utilizaba el dibujo mural para intentar modificar la percepción del espacio. Los muros se convertían casi en una hoja de papel en blanco. Poco a poco fui acercándome más a lo escultórico, el dibujo en dos dimensiones acabó extraído, como si fueran bocetos esperando a ser llevados a lo tridimensional.
P.- Háblenos de otros proyectos anteriores en los que ya relacionaba arquitectura y tipología de letras.
R.- Este año he presentado dos intervenciones que ponían en relación estos dos temas. Por un lado, el proyecto OJO, realizado para la primera edición de Cáceres Abierto, donde trabajé en la fachada de un edificio de la Junta de Extremadura sobre la que escribí esta palabra en grandes dimensiones utilizando la retícula que formaban sus ventanas. Dibujamos las letras siguiendo una técnica cotidiana como es el empleo del blanco de España para cegar cada vidrio necesario. La pieza tenía dos vistas, la diurna y la nocturna. Fueron muy interesantes las relaciones establecidas con los propios trabajadores del edificio, los guardas de seguridad y el equipo de limpieza, que eran los que activaban la pieza bajando las persianas y encendiendo y apagando las luces de los despachos. El otro proyecto ha sido un encargo para el Festival de Teatro de Almagro. En su 40° aniversario me invitaron a intervenir una de las fachadas de la Antigua Universidad Renacentista. Aquí la relación entre escritura y arquitectura tenía que ver con el empleo de la contraforma de las letras. Por medio de unos paños negros se delimitaba la forma de cada letra, siendo la propia piedra de la fachada la que formaba la palabra.
P.- ¿Y cuál es el papel del espectador en todo esto?
R.- Al ser trabajos que juegan con lo real y lo falso y con la idea de proponer nuevos puntos de vista, el espectador tiene un papel de desencriptador.
P.- Después de este pistoletazo de salida en Matadero, ¿en qué otros proyectos le veremos esta temporada?
R.- Pues para finales de año estoy preparando una exposición con mi galería de Cantabria, Juan Silió, y mi primera individual en la Galería Tiro al Blanco de Guadalajara (México), con la que he empezado a colaborar recientemente.
P.- Y soñando un poco: ¿cómo y dónde sería su proyecto ideal? ¿interior o exterior? ¿sobre arquitectura o en la calle?
R.- ¡Un todo en uno si puede ser!
@luisaespino4