El Monasterio de Sijena se prepara para recibir las 44 piezas procedentes de Lérida. Foto: Gobierno de Aragón / Luis Correas
Fundado en el siglo XII por los reyes de Aragón, el monasterio de Sijena (Huesca) fue durante siglos uno de los más ricos de Europa en patrimonio artístico. La desamortización de Mendizábal, la dejadez y la Guerra Civil lo dejaron desnudo y en ruinas. La lucha del monasterio oscense por recuperar su patrimonio expoliado vuelve a estar de actualidad tras la decisión del Gobierno, avalada por la Audiencia Provincial de Huesca, de acatar la decisión judicial que exige el retorno de las 44 piezas que aún están en poder del Museo de Lérida.
El monasterio de Sijena fue fundado en el siglo XII por la reina Sancha de Castilla, esposa del rey Alfonso II de Aragón con el objeto de albergar a las religiosas procedentes de las familias más destacadas de la nobleza aragonesa y catalana y fue también panteón real. Durante siglos recibió incontables donativos y regalos, lo que hicieron del monasterio uno de los más ricos de Europa en patrimonio artístico. Pero en el siglo XIX comenzó su decadencia con la desamortización de Mendizábal, que obligó a las monjas propietarias del convento, de la Orden de San Juan del Hospital, a desprenderse de numerosas piezas de valor, muchas de las cuales acabaron en museos catalanes y de otras partes de España y del extranjero. En 1923, no obstante, el monasterio fue considerado Monumento Nacional, por lo que todas las ventas posteriores de su patrimonio son ilegales. Una década más tarde, el monasterio sufrió otro importante revés al ser incendiado por tropas anarquistas durante la Guerra Civil. Casi todo el patrimonio restante fue arrasado, aunque los vecinos del pueblo consiguieron salvar algunas piezas de arte.
Real Monasterio de Santa María de Sijena (Huesca). Foto: Gobierno de Aragón
Para conocer el origen de la disputa actual hay que remontarse a 1970. Ante el grave deterioro del monasterio, las monjas que lo habitaban se trasladaron a otro monasterio en Valldoreix (cerca de Barcelona). Entonces el patrimonio artístico que quedaba en Sijena lo componían un centenar de valiosos objetos artísticos de los siglos XV a XVIII que incluían sepulcros de madera, retablos, altorrelieves de alabastro, así como 21 pinturas al óleo sobre tela. 53 de estas piezas fueron depositadas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y otros 44 fueron a parar al Museo de Lérida. Entre 1983 y 1994, la madre priora de la comunidad de monjas vendió las 97 piezas a la Generalitat y al MNAC por un total de 50 millones de pesetas.Pero en 2015 un juez de primera instancia de Huesca consideró nula la venta de estas piezas porque, al tratarse de Bienes de Interés Cultural, cualquier operación de compraventa debe ser informada a los organismos responsables de este tipo de objetos protegidos, requisito que no se cumplió. Entonces la Generalitat de Cataluña y el MNAC presentaron un recurso de apelación a la Audiencia Provincial de Huesca que, tres años después, ha sido desestimado este jueves. Según informa Eurpa Press, la sentencia de la Audiencia considera que las 97 obras "forman parte de un todo indivisible" y reitera que "la adecuada protección del patrimonio cultural no es compatible con la desintegración de un conjunto monumental".
Sepulcros de Sijena expuestos en el Museo de Lérida
En enero de 2017, el monasterio de Sijena abrió un espacio acondicionado para exponer al público las 51 piezas recuperadas y en julio la Audiencia Provincial de Huesca admitió como parte litigante en el proceso al Consorcio del Museo de Lérida, que, al igual que la Generalitat, recurrió la sentencia.
La decisión del ministro Méndez de Vigo ha provocado una oleada de comentarios en contra y a favor por parte de representantes políticos catalanes y aragoneses. El ex conseller de Cultura, Lluis Puig, huido en Bruselas junto al expresident Carles Puigdemont, ha declarado en redes sociales: "Un puente más roto. ¿Así quieren restablecer el diálogo?". Por su parte, el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, se ha mostrado en desacuerdo con el retorno de las piezas a Sijena pero al mismo tiempo respeta la decisión "porque las resoluciones judiciales hay que acatarlas". También Miquel Iceta, líder del PSC, ha lamentado la decisión del Gobierno central y la considera una "imprudencia" porque aún no ha acabado el proceso judicial. Y el alcalde de Lérida, Ángel Ros, también del PSC, ha manifestado: "¿Este es el 155 que seguís queriendo?".
Del lado aragonés, las reacciones han sido obviamente muy distintas. El alcalde de Villanueva de Sijena, Ildefonso Salillas, ha asegurado este martes que los vecinos de esta localidad oscense han recibido "con una alegría inmensa" la orden dada por el ministro, informa Europa Press. Por su parte, la consejera de Cultura de Aragón, Mayte Pérez, ya ha entregado al ministro la documentación de las 44 piezas para facilitar su traslado y entrega.