Image: Cadáver exquisito

Image: Cadáver exquisito

Arte

Cadáver exquisito

Thank you, gracias.

9 febrero, 2018 01:00

Galería Nogueras Blanchard. Dr. Fourquet, 4. MADRID. Hasta el 10 de marzo. De 2.500 a 20.000 €

Una pequeña rama prendida por una mecha, una botella de agua (pero del grifo) Evian, un busto de bronce de no se sabe quién, también prendido, dos botellas grandes de Coca-Cola, medio llena una y más bien vacía la otra, con su mecha correspondiente, una rama que casi toca el techo, un yunque de hierro de 50 kg o un dibujo a rotulador en el que un atrevido hace equilibrios entre un rascacielos y una iglesia sosteniendo otra rama, son las piezas con las que Ariel Schlesinger (Jerusalén, 1980) y Wilfredo Prieto (Sancti Spiritus, Cuba, 1978) juegan a confundirnos en el nuevo montaje de la galería Nogueras Blanchard. A confundirnos porque, en un principio, no se sabe de quién es cada pieza. La idea no es nueva, Schlesinger ha invitado más veces a otros artistas a hacer exposiciones con él (a Jonathan Monk en cuatro ocasiones y al propio Wilfredo Prieto otra, en 2014, en el Tel Aviv Center for Contemporary Culture), pero la novedad en este caso radica en que ninguno de los dos sabía exactamente lo que estaba haciendo el otro cuando preparaban las obras. Aunque lo intuyera. El director de orquesta es Schlesinger, que expone por primera vez en la galería (aunque ya le vimos en Estación experimental en el CA2M y LABoral Gijón, donde se acentuaba su faceta más científica) y ha sido el encargado de la disposición de todos estos ready-made en la sala. Son muchos los puntos en los que ambos creadores se tocan -la utilización de objetos cotidianos y el uso del humor en su acercamiento- aunque mientras Schlesinger los manipula con su ingeniería doméstica, Wilfredo Prieto los utiliza de una manera más poética para hablar de cuestiones sociales y filosóficas que atañan a la sociedad actual. Un cadáver exquisito en el que los hilos a seguir sólo se intuyen.

@LuisaEspino4