Juan Hidalgo. Foto: Galería Saro León

"Hijo de John Cage y nieto de Marcel Duchamp". Así se definía a sí mismo el polifacético artista Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927) que ha fallecido hoy en su casa de Gran Canaria a la edad de 90 años, según han informado fuentes del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), donde expuso hasta noviembre. Músico, poeta, accionista y artista plástico, obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2016, "por su trayectoria, innovación y aportación al arte contemporáneo español, suprimiendo todos los límites y encarnando el espíritu de las vanguardias internacionales, para atravesar los márgenes de la creación".



Hidalgo encarnaba el espíritu de las vanguardias con su afán por borrar los límites y ampliar los márgenes de la creación. "Hay que practicar primero el arte como vida -solía decir- y segundo la vida como arte". Su primera formación fue musical, pero su interpretación abierta del hecho creativo le convirtió en un artista multimedia que se movió libremente por el mundo de la música, la poesía y la plástica. Para él los géneros artísticos eran permeables, la actitud ante el hecho creativo es lo que lo definía.



Distinguido con otras distinciones, como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura de 1989, el Premio Canarias 1987 de Bellas Artes e Interpretación y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2001, Hidalgo fue el primer compositor español invitado a los míticos festivales de Darmstdt, el primero en hacer una composición electroacústica, el fundador de ZAJ y el creador de los etcéteras.



Su obra está prevista que se exponga del 21 de septiembre al 11 de noviembre en Tabacalera en una exposición comisariada por Fernando Castro Flórez en las naves de La Principal, que servirá como reconocimiento de su impecable trayectoria como creador. Su figura fue considerada como un referente del arte experimental español. Situado en la "constelación Cage", cercano en sus planteamientos a Fluxus y, sin embargo, nada mimético ni "escolástico", Juan Hidalgo, junto a Walter Marchetti y Esther Ferrer, según señalan en la muestra, se comportó de forma intempestiva en los años del tardo-franquismo para convertirse en los años ochenta en un referente para la nueva generación de artistas.



El artista participó en grandes exposiciones entre las que destaca la retrospectiva ZAJ del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en 1996, la antológica Juan Hidalgo de 1997 en el CAAM de Las Palmas, la retrospectiva En el Medio del Volcán que viajó por México y Perú a lo largo de 2004 y Desde Atacaya 1997-2009 que itineró por varios museos de España entre 2009 y 2011. Además, su obra fue expuesta en galerías como Juana de Aizpuru o Espacio Mínimo.