Fotograma de Honor de Cavallería de Albert Serra en el Museo Casa Natal de Cervantes
La segunda edición de Mutaciones. Intervenciones artísticas en museos se adentra en cuatro espacios clásicos con obras de arte contemporáneo para incitar a su relectura y conocer a los autores a través de sus objetos.
Esta segunda edición, a la que han titulado Vidas secretas. El autor a través de los objetos, cuenta con las mismas sedes que en su primera edición: la Casa Museo Lope de Vega, Museo Casa Natal de Cervantes, Museo Picasso - Colección Eugenio Arias y Centro de Interpretación de Nuevo Baztán. "Hay mucha memoria depositada en estos espacios y la biografía es un género literario en sí mismo. Por eso, la noción de literatura define este proyecto", explica Lola Hinojosa, comisaria de Mutaciones.
Borges planea por todo el proyecto como una presencia ineludible ya que, según Hinojosa, "la metaficción, que forma parte de su estructura narrativa, se cuestiona el concepto de autoría e invita al lector a plantearse la idea de la realidad". En torno a esa idea se erigen todos los trabajos de Mutaciones, que en esta ocasión reúne las obras de ocho artistas nacionales e internacionales repartidos en cada una de las sedes. No se trata, no obstante, de una narración fragmentada en la que se requiere la visita de las cuatro sedes para entender el proyecto, sino que, desde el principio, vieron que era necesario que "cada espacio tuviera un discurso cerrado".
Eleanor Antonin proyecta The King (1972) en la Casa Museo Lope de Vega una obra en la que se convierte en personaje
La idea es que estos relatos inviten al espectador a plantearse la barrera entre la ficción y la realidad pero también la noción de objeto a través del que se puede encontrar a su autor. En el Museo Casa Natal de Cervantes son tres los artistas que intervienen con arte contemporáneo el relato clásico y reflexionan sobre la metaliteratura, la lectura política de la obra cervantina y la imposibilidad cinematográfica de El Quijote. Albert Serra proyecta Honor de Cavallería, una película con elementos quijotescos que plantea la imposibilidad de una traducción, Pierre Huyghe hace real el relato de Borges titulado Pierre Menard, autor del Quijote y Marwa Arsanios redescubre la cultura árabe y reflexiona sobre las luchas anticoloniales.Entre objeto histórico e intervención se encuentra también la pieza que Louise Lowler instala en el jardín de la Casa Museo Lope de Vega. Birdcalls se trata de un objeto sonoro que "gorjea nombres de los artistas de la época, en su totalidad masculinos, entre los que desliza el suyo propio", explica Hinojosa. En esa misma sede Eleanor Antin proyecta en una de las salas una obra en la que se convierte en personaje, "una estrategia que dialoga con los juegos literarios creados por Lope de Vega". También Paz Muro crea un juego entre Corín Tellado, autora de infinidad de novelas románticas dirigidas a una mujer de supuesto perfil cultural bajo pero que evocaba comportamientos y deseos femeninos opuestos a los valores difundidos por el sistema patriarcal de su época, y Shakespeare, de quien se disfraza y se apropia, como la representación de la alta cultura. Las tres contribuyen al diálogo con el escritor barroco mediante una relectura de la presencia de la mujer en sus obras teatrales mientras que esa presencia no se ve, de manera tan fuerte, en su casa.
Una imagen del facsímil de Carme Nogueira en el Centro de Interpretación de Nuevo Baztán
La última intervención es la que hace Loreto Martínez Troncoso en el Museo Picasso - Colección Eugenio Arias. A la artista le impresionó conocer que "Arias donó todos los regalos que el artista malagueño le hizo". Arias fue el peluquero en el exilio de Picasso y en torno a esta idea compone su pieza sonora en forma de programa radiofónico. "Aunque uno se vaya de su lugar de nacimiento no se puede olvidar de quién es", sostiene la artista que evoca elementos de la biografía de estos dos hombres para habitarlos desde su propia intimidad.
@scamarzana