Recreación de Gabinete de Descanso de Sus Majestades
Con un presupuesto que roza los 12.500.000 euros la pinacoteca presenta una programación con más de 100 exposiciones, actividades y conferencias, "un programa ambicioso, variado y que puede revitalizar la conexión del museo con la ciudad".
Este último es, de hecho, uno de los grandes objetivos. En este sentido, se han ideado varias actividades como De gira por España, que "lleva una obra maestra a cada una de las comunidades autónomas", observa Falomir. Pinturas de El Greco, Tiziano, Sorolla, Velázquez o Zurbarán viajarán para enfatizar "la vocación nacional que tiene el museo". La primera será La Virgen de la rosa, una obra de Rafael que recalará en el Teatro Museo Dalí de Figueras a partir del 26 de noviembre. La otra actividad que permitirá acercar la obra de los grandes maestros a la calle lleva como título El Prado en las calles y reproducirá pintura española, italiana y flamenca en ciudades como Mérida, Jerez de la Frontera, Eibar o Albacete.
Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria, la primera exposición de la efeméride, "recorre la historia [del museo] desde su fundación hasta llegar a ser uno de los grandes museos públicos del mundo", señala Falomir. Comisariada por Javier Portús reúne piezas de Manet, Renoir, Sargent, Picasso, Miró, Saura o Pollock procedentes de museos europeos y americanos. Sin embargo, "el Bicentenario -destaca Falomir- también pretende analizar otros hitos como el 150 aniversario de la nacionalización del museo o los 80 años de la recuperación de las obras que fueron evacuadas durante la Guerra Civil".
Antonio Gisbert: Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, 1888
El primero de ellos irá de la mano de Una pintura para una nación. Los fusilamientos de Torrijos (1888). Este cuadro de Antonio Gisbert, encargado por Mateo Sagasta para exponerlo en el Museo del Prado, "muestra la lucha por las libertades del pueblo". Otra de las grandes apuestas es Confluencias. Velázquez, Rembrandt, Vermeer y los Siglos de Oro español y holandés, una exposición temporal que "propone las afinidades entre ambas escuelas en lugar de mostrar sus diferencias", defiende el director. Tampoco faltarán los dibujos de Goya, la obra de Bartolomé Bermejo o Fra Angelico y los inicios del Renacimiento en Florencia, una exposición temporal que muestra "a pintores ausentes de las colecciones españolas" como Paolo Uccelo, Ghiberti o Nanni di Banco.Por otro lado, y siguiendo la línea que se plantearon con la exposición de Clara Peeters, durante el bicentenario el Museo del Prado mostrará la obra de las pintoras Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. La primera de ellas practicaba la pintura "como una afición" mientras que Fontana, procedente de una familia de artistas, lo hacía "por pasión". Además, María Gimeno "reflexionará sobre el olvido de las mujeres artistas a través de una performance". Y gracias al inventario de 1834, la sala 39 del museo viajará en el tiempo para reproducir el aspecto que tenía el denominado Gabinete de Descanso de Sus Majestades.
Rembrandt: Los síndicos de los pañeros, 1662
Miguel Falomir niega, en cambio, haber empezado con mal pie las celebraciones. Preferiría, por supuesto, que no estuvieran los andamios que cubren las fachadas de la pinacoteca pero los técnicos han especificado que los frisos deteriorados debían restaurarse con celeridad. "Es un cuerpo de 200 años", ironiza al respecto. Con todo, la pinacoteca prevé aumentar los visitantes en torno a un 15% durante el siguiente curso.
@scamarzana