190,56
Estamos rodeados de datos. Datos que nuestros teléfonos móviles y nuestras redes sociales envían. "Los satélites que orbitan en el espacio exterior, nos observan, controlan, codifican y coordinan toda nuestra comunicación virtual", dice Anaïs Senli en el cuaderno que explica 190,56, de la artista Regina de Miguel (Málaga, 1977). Esta pieza protagoniza la primera edición del programa artístico Derivada, una iniciativa de la Fundación Banco Santander que se centra en la producción de obra gráfica y nace con el objetivo de resaltar el papel de la mujer dentro de la esfera artística y fomentar el coleccionismo.Otra de las prioridades de Derivada es "estimular el interés de nuevos públicos por el arte más actual", explica Blanca Gómez Mosquete, responsable de publicaciones de la fundación. 190,56, título que le ha dado Regina de Miguel a su trabajo, hace alusión a la distancia que separa las islas Decepción y Esperanza, representadas en la parte inferior de la obra y puntos importantes del viaje que realizó a la base científica española en la Antártida para entrevistar a biólogos marinos, vulcanólogos y oceanógrafos interesados en encontrar organismos capaces de sobrevivir en condiciones extremas.
En la parte superior de la pieza hay organismos que se reproducen en seis pequeños círculos que enmarcan el elemento central: un círculo en latón que reproduce el cielo de Guanajuato un día concreto del último viaje de la artista a México, mostrando las constelaciones y los satélites de vigilancia de catástrofes medioambientales que pasaban en ese instante. La pieza creada es una cartografía intimista y poética cargada de elementos autobiográficos. Como es habitual, su obra refleja "su interés por visibilizar lo invisible y por cuestionar certidumbres, en una profunda reflexión sobre el futuro de los seres humanos", sostiene Gómez Mosquete.
"Ha habido dos partes", comenta Juan Lara, de Ogami Press. "Para hacer la parte analógica de la pieza hemos usado técnicas tradicionales. Todas las imágenes de microorganismos han sido grabadas y estampadas a mano y la parte fotográfica referencial está hecha de forma digital", explica. Hay transparencias que unen las dos partes del proceso de una obra que se puede entender como un diario de viaje que reflexiona sobre el futuro de los seres humanos. Para fomentar el coleccionismo se lanza una edición numerada y firmada de 360 ejemplares con un precio de 300 euros.
Este programa quiere mostrar a creadoras influidas por teorías o conceptos científicos y preocupadas por comprender cómo cambia el mundo que nos rodea, y cómo afecta esto a nuestra percepción de la realidad. La artista interdisciplinar Regina de Miguel es la primera artista en participar en esta iniciativa que estará siempre protagonizada por artistas nacidas en España.