La reputada performer Marina Abramovic (Belgrado, 1946) es la protagonista de la primera obra de arte creada con tecnología de realidad mixta —aquella que combina realidad virtual y realidad aumentada— que saldrá a subasta. Será en octubre de 2020 en la sede londinense de Christie’s y es el plato fuerte que ha preparado la casa de subastas durante la semana en que se celebra Frieze, una de las ferias de arte contemporáneo más importantes.
La pieza, titulada The Life, presenta a una Marina Abramovic virtual en tres dimensiones a partir de unas grabaciones realizadas con 32 cámaras sobre un fondo verde, de modo que el público, mediante unas gafas especiales, podrá ver en tiempo real el entorno de la galería y al resto de asistentes y, al mismo tiempo, a la artista caminando por un espacio acotado dentro de un círculo acordonado, como si estuviera allí con ellos, en una performance de 10 minutos de duración.
La realidad mixta se diferencia de la realidad virtual en que en esta última se produce una inmersión total en un mundo virtual, quedando fuera de la vista el mundo real. Por su parte, la realidad aumentada proyecta elementos virtuales sobre un fondo real. Por último, la realidad mixta es capaz de proyectar elementos reales pero ubicados en otro entorno (en este caso, Marina Abramovic) sobre un fondo real, ya sea en tiempo real o a partir de grabaciones, como en este caso.
La obra ha sido realizada con la tecnología de la compañía Tin Drum, en uno de los pocos estudios capaces de realizar este tipo de contenidos en todo el mundo. The Life se estrenó por primera vez también en Londres, en la Serpentine Gallery, en febrero de este año, y las entradas se agotaron en solo dos horas.
Abramovic, una de las máximas exponentes del arte performativo desde los años setenta, ha ensanchado una y otra vez sobre los límites del cuerpo y de la mente a lo largo de su carrera. Marcó un hito, por ejemplo, con Rhythm 0 (1974), performance en la que puso en peligro su integridad física al dejar que el público hiciera con ella lo que quisiera durante 6 horas con toda clase de objetos punzantes e incluso una pistola cargada. Lo hizo de nuevo en The Artist Is Present(2010), una performance en el MoMA de Nueva York que llevó a cabo durante todas las horas en las que el museo estuvo abierto durante tres meses seguidos, mirándose cara a cara en silencio durante un buen rato con más de mil visitantes, uno a uno.
The Life supone un nuevo capítulo en su indagación sobre los límites del cuerpo y la mente, al generar una ilusión de ubicuidad e inmortalidad, “porque estás ahí, preservada para siempre”, declara la artista. “Trabajar con esta nueva tecnología y encontrar las infinitas posibilidades que ofrece —porque hablamos de algo que realmente captura la esencia de la performance— ha sido para mí revolucionario”.
“Cien años después de que haya muerto cualquiera que haya conocido a Marina, habrá gente que la verá caminar por la habitación y sentirá esa sensación de conexión, de experiencia humana”, opina Todd Eckert, fundador de Tin Drum.
La exhibición y subasta de la pieza en Christie’s coincide también con el espectáculo de Abramovic en la Royal Academy of Arts de Londres, que supone la primera vez que una mujer ha sido seleccionada para la galería principal de la institución en sus dos siglos y medio de historia.