Cristina Iglesias, premio de Arquitectura de la Royal Academy de Londres
La institución ha destacado que su obra "invita a mirar no solo los edificios sino los espacios que hay entre ellos"
16 enero, 2020 16:10La artista Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) ha sido reconocida con el Premio de Arquitectura de la Royal Academy de Londres, tal y como ha anunciado este jueves la institución. “Iglesias nos invita a mirar no solo los edificios sino los espacios que hay entre ellos”, ha destacado el jurado internacional compuesto por Norman Foster, Alan Stanton, Jane y Louise Wilson, Anupama Kundoo y Ricky Burdett.
En las ciudades actuales, cada vez habitadas por más y más personas, “el espacio público es necesario para la reflexión y el descanso. Las obras de Iglesias existen en diálogo con los edificios a su alrededor pero van más allá al invitar a los habitantes a contemplar su entorno a través de la introducción de agua corriente e imágenes naturalistas que recuerdan a las hojas caídas”, continúa el comunicado de la Royal Academy.
Para la Royal Academy, obras como la serie Ríos y espacios públicos (2006-2018) “crean la sensación de encuentro público con su continuo movimiento del agua que combina el espectáculo con el antídoto frente al ruido y ritmo de la vida urbana que rodea a nuestras ciudades”. Iglesias, una de las artistas españolas más reconocidas internacionalmente, ha trabajado con algunos de los arquitectos más importantes de finales del siglo XX y principios del XXI y “ha creado obras comprensivas que recompensan la reflexión sostenida”. De hecho, cuenta con obras de carácter público tanto en ciudades como Londres y Amberes.
La creadora y Premio Nacional de Artes Plásticas cuenta con obras de carácter público en ciudades como Londres y Amberes. Para la capital inglesa la artista produjo Arroyos olvidados, una pieza de agua y bronce que forma parte del edificio Bloomberg de Norman Foster situado en plena City. Esta obra se puede unir, además, con Tres Aguas. Un proyecto para Toledo realizada con motivo del año Greco que celebró la ciudad manchega en 2014. La pieza, concebida como un viaje a la ciudad, está realizada en bronce y piedra por la que fluye el agua discurriendo por canales y desapareciendo en el suelo. Además, fue la encargada de diseñar el portón del Museo del Prado, una pieza que “establece una nueva dinámica entre el espacio público y el interior de la pinacoteca”.
“Todas estas intervenciones forman parte de un trabajo que está reformando de manera cuidadosa y convincente la manera en que los habitantes experimentan sus entornos urbanos. Su trabajo inspira nuevas formas de pensar la arquitectura”, concluye el comunicado de la tercera edición de un premio que se otorga a artistas cuyo trabajo inspira y fomenta la discusión y la colección.