Lola Martínez y César Jiménez: "Queremos romper esa barrera que frena la entrada a las galerías"
Los coleccionistas nos abren las puertas de Casa de Indias, un centro de arte en El Puerto de Santa María que inaugura el 14 de agosto exposición de Iván Forcadell
7 agosto, 2020 06:35Todo empezó con un edificio. Los coleccionistas Lola Martínez y César Jiménez buscaban una casa "grande" de verano que fuera "algo más que una casa de playa" cuando el palacete en el que vivió el dramaturgo Pedro Muñoz-Seca se cruzó en su camino en el Puerto de Santa María. "Esa misma noche –recuerda César Jiménez- pusimos en marcha la creación de un centro de arte y una residencia de artistas…sin duda las meigas, suponiendo que las haya tan al sur, tuvieron mucho que ver. El edificio es ya uno más de la familia, con sus quejas, sus recompensas y sus exigencias… creo que Muñoz-Seca estaría muy contento de ver que el arte sigue corriendo por las venas de madera de esta construcción". Abrió sus puertas en mayo de 2019 con La mirada interior, una exposición de fotografía con piezas de Vivian Maier, Richard Prince, Thomas Ruff o Francesca Woodman, que organizaron con Bernal Espacio y, desde entonces, artistas como Salim Malla y Los Bravú han pasado por su programa de residencias.
Pregunta. Sede de su colección, de exposiciones temporales, residencia de artistas y hasta hotel, ¿en qué consiste el proyecto de Casa de Indias?
César Jiménez. Siempre decimos que tiene tres patas: las salas de exhibiciones, es decir, el centro de arte propiamente dicho, el pequeño hotel boutique que desde hace unos meses sirve de fuente de financiación del proyecto y la residencia de artistas. Nuestras piezas están diseminadas en cada rincón, en las habitaciones, el patio, las zonas comunes…
Lola Martínez. ...y aunque el grueso de la actividad expositiva se produce en verano, que es el periodo en el que Cádiz y El Puerto de Santa María "hierven" de gente, tenemos programación durante todo el año: la residencia de artistas es normalmente en otoño (salvo en circunstancias especiales, como ahora), hay presentaciones de libros, acciones de carácter social… Semana Santa y carnaval, por ejemplo, son otros momentos "neurálgicos".
"Nuestras piezas están diseminadas en cada rincón de Casa de Indias, en las habitaciones, el patio...". César Jiménez
P. El programa de residencias consiste en una estancia de varias semanas en Casa de Indias, ayuda a la producción y una exposición. ¿Cómo hacen la selección de artistas entre todas las propuestas que reciben?
L.M. En estos momentos está con nosotros Iván Forcadell (Alcanar, 1993) que reúne todo lo que buscamos en un residente de Casa de Indias: juventud, pasión, curiosidad, ganas de aprender y un gran talento. Le conocimos en la galería We Collect de Madrid y desde el primer momento supimos que aprovecharía al máximo su estancia en El Puerto, y eso que ha tenido una residencia muy complicada y en dos tiempos por el Covid, pero estamos muy contentos con la exposición que ya está preparando como cierre. La idea de que la residencia termine así es flexible, somos conscientes de que muchas veces es complicado crear en dos meses piezas suficientes para montar una muestra. De los artistas residentes de 2019 nos queda pendiente todavía la de Los Bravú, que están trabajando ahora en un proyecto en Londres, y la hemos retrasado a 2021.
P. ¿Y qué se genera en torno a todas estas exposiciones?
C.J. Intentamos dar a conocer a los artistas entre comisarios, galeristas y coleccionistas, y que vendan cuantas más piezas mejor. Casa de Indias tiene entre sus objetivos el desarrollo del mercado de arte contemporáneo y la creación de un tejido de coleccionistas que "sostenga" la actividad de nuestros artistas. Somos un proyecto sin ánimo de lucro y todo esta actividad comercial, y sus beneficios, queda entre el artista, el galerista y el comprador. En este caso, estoy convencido de que Iván Forcadell dará mucho que hablar.
"Pasión y seriedad" es lo que más valoran en los proyectos que llevan a cabo. "Las decisiones se toman en familia, ayudados por un grupo de comisarios, galeristas y coleccionistas. Alternamos exposiciones de artistas más consagrados, con otras de creadores emergentes". Acaban de cerrar el 8 de agosto la exposición colectiva de los artistas de la galería We Collect de Madrid y abren ahora la individual de Iván Forcadell, Primavera de escayola. Este título "hace referencia, como no, a la primavera entre muros que hemos vivido todos", apunta César Jiménez. Se trata de una muestra de pintura sobre lienzo y papel con todo el universo del artista "concentrado, corregido y aumentado. En esta ocasión con un hilo conductor, la montaña como símbolo de resistencia, de convivencia pacífica y de unión". Todo ello está aderezado con color, sonrisas, flores, plantas y animales. "El universo Forcadell te imprime automáticamente una sonrisa en el rostro", añade Jiménez.
P. ¿Cómo ha afectado el Covid-19 a los planes que tenían para Casa de Indias?
L.M. Nosotros no somos una excepción y la crisis sanitaria ha hecho que 2020 sea un año cargado de incertidumbre en nuestra programación, tanto a nivel expositivo como de residencia. Hemos tenido que modificar casi todos los planes. Incluso hoy por hoy tenemos dudas de poder completar el programa, ya que las medidas que deben adoptarse en esta "nueva normalidad" hacen muy complicada la asistencia a inauguraciones o conferencias.
C.J. Sí, por desgracia ha tenido un efecto demoledor. Residentes como Jong Oh no han podido llegar a Cádiz y han tenido que anular la residencia, se nos han "caído" presentaciones de libros, mesas redondas…y por supuesto este año toda la programación con artistas y galeristas internacionales ha sido cancelada. Si todo va bien después de la exposición de Iván Forcadell haremos una de Francesca Woodman y Vivian Maier con piezas de la colección Casa de Indias y cesiones de coleccionistas amigos.
"Iván Forcadell reúne todo lo que buscamos en un residente: juventud, pasión, curiosidad y un gran talento". Lola Jiménez
P. Acaban de cerrar una muestra organizada por We Collect, iban a inaugurar una del artista Daniel Silvo [cancelada a última hora por medidas sanitarias] que venía de la mano de Isabel Hurley y han pospuesto una muestra de Alarcón Criado, ¿qué les interesa de colaborar con estas y otras galerías?
C.J. Nuestro objetivo es acercar el arte contemporáneo al público, crear futuros coleccionistas. Para ello utilizamos todas las herramientas disponibles: galerías, colecciones privadas, artistas sin galería… todo cabe en Casa de Indias. Queremos romper esa barrera que hace que muchos amantes del arte les de respeto entrar en una galería... Terminar con esa sensación de que el arte es sólo para unas élites. Los buenos galeristas, sobre todo si están fuera de Madrid y Barcelona, son gladiadores del arte, luchan un día tras otro para defender un mercado más y más complicado. Para nosotros la galería Alarcón Criado tiene el proyecto de arte más serio y de calidad de toda Andalucía, al mismo nivel que muchas otras galerías españolas y europeas top. Estando tan cerca, era inevitable proponerles una exposición. Al final, hemos preferido -como tantas cosas- posponerla a 2021, dónde podremos llevar a cabo sin limitaciones la maravillosa propuesta que nos pusieron sobre la mesa.
P. ¿Qué clase de público visita Casa de Indias y en qué época del año?
C.J. Tenemos dos clases de público muy diferenciado: por un lado los que vienen a tiro hecho. Saben a lo que vienen, quiénes somos, nos siguen en redes sociales y son coleccionistas, estudiantes, comisarios… gente del sector. Y después el público nuevo que aparece, tímido y sin saber bien qué se va a encontrar: portuenses de todas las edades que alucinan cuando les explicas quién es Marina Abramovic o Ángela de la Cruz, turistas con el mapa en la mano que jamás han oído hablar de Paco Pomet o de Los Carpinteros… Esa es la labor más importante de Casa de Indias: crear nuevos coleccionistas o simplemente convencer a la gente de que el arte contemporáneo es algo más que colores sin sentido.
P. Llegaron al coleccionismo de arte hace relativamente poco, ¿qué fue lo que les atrajo?
C.J. En tiempos del Covid es imposible no comparar el coleccionismo con un virus, un bichito que te pica sin vuelta atrás. No sé si el coleccionista nace o se hace, pero esa mezcla de pasión por la belleza, ego y unas gotas de fetichismo hace que una vez que te conviertes, no haya nada que hacer. El catalizador para nosotros fue un cuadro del pintor Paco Pomet, El Huerto (2015), un bicho de seis metros cuadrados que es aún la pieza más grande de la colección. Algo nos hizo clic en aquella feria y desde entonces Paco Pomet y My name is Lolita, su galería, son ya parte de Casa de Indias.
"Los buenos galeristas, sobre todo si están fuera de Madrid y Barcelona, son gladiadores del arte". César Jiménez
P. ¿Cuántas obras tiene hoy la colección?
C.J. Es una colección pequeña, no más de cincuenta. Este último año y medio hemos frenado un poco la adquisición de nuevas piezas para "digerir" el proyecto de Casa de Indias, desarrollado completamente con fondos privados. Nuestra colección va de lo conceptual a piezas ligeras de estética efervescente. Somos indios, es lo que tiene.
P. ¿Cuáles son las piezas fundamentales de su colección?
L.M. A veces nos cuesta decidir qué piezas entran en nuestra colección porque tienen que gustarnos a ambos… Sin duda mi pieza preferida es Scream de Marina Abramovic. También destacaría una pieza “rara” de Baldessari del 1962, justo antes de que quemara su obra.
C.J. Para un coleccionista es complicado elegir, cada pieza refleja un momento concreto de la vida, pero por mi parte creo que Islandic Series, una pieza única de Olafur Eliasson de cuatro fotos y un díptico de Los Bravú marcan los dos polos de nuestra colección: artistas consagrados y emergentes conviviendo en la misma pared.
P. ¿Y cuál ha sido la última obra que han comprado?
C.J. Una foto de Francesca Woodman en Bernal Espacio, sin duda una de las galerías de fotografía más serias de España.