Primero fue el confinamiento, después la borrasca Filomena, cuyas consecuencias aún se siguen viendo, y ahora el miedo a un nuevo encierro domiciliario. Desde marzo de 2020 vivimos en una constante incertidumbre. A pesar de ello, Madrid continúa con la actividad cultural y le sigue tomando el pulso a las desventuras. En este contexto el Museo del Prado ha presentado la nueva programación prevista para este 2021: desde la reorganización de su colección permanente a nuevas exposiciones temporales (si las circunstancias nos lo permiten).

“La respuesta positiva a Reencuentro nos reafirma en que es el momento de volver a poner el foco en la colección permanente, su valor y descubrir sus posibilidades de expresión”, comenta Miguel Falomir, director del museo. En este sentido, el museo aborda la tarea de reordenación de la colección permanente. “Era un proyecto previsto a largo plazo pero el cierre por la pandemia permitió centrarnos y nos dio facilidades logísticas para llevarlo a cabo”. En la actualidad, la “pintura del siglo XVIII está distribuida por escuelas cuando todos los pintores trabajaban en Madrid para las mismas personas. Es lógico que todas ellas se entremezclen sin atender a divisiones nacionales”. Asimismo, ha indicado que la disposición actual “mira más al siglo XVIII que al XX así que es momento de incorporar algunas de las reflexiones que hemos hecho en los últimos años”. El director de la pinacoteca también ha indicado que algunas de las lecciones aprendidas con la exposición Invitadas se trasladarán a la nueva disposición para intentar dar una visión más plural del siglo XIX español”.

Por otro lado, hay fenómenos que quedan excluidos en la actual disposición. “No solo hablamos de la obra de las mujeres artistas, también de la pintura social o de procedencias lejanas como la filipina. De modo que se trata de hacer una doble orientación: mirar más hacia el siglo XX dando cabida a fenómenos histórico-artísticos que no estaban reflejados en las salas”, explica el director. A pesar de que es difícil establecer fechas concretas, el Museo del Prado prevé que podamos ver los primeros cambios antes del verano. 

Además de esta labor, el museo también busca acometer otros cambios como la adecuación museográfica en la Galería Jónica, donde se mostrarán 51 esculturas clásicas, o la creación de una nueva sala dedicada a la Historia del Museo del Prado y sus edificios que ocupará el lugar en el que se exponía el Tesoro del Delfín. Esta iniciativa, considera Falomir, homologará a la pinacoteca “con otros centros europeos”. En definitiva, la idea central es dedicar el edificio de Villanueva completo a la exposición permanente.

2021: un año de exposiciones temporales pospuestas

Tiziano: detalle de 'Diana y Actaeon' © The National Gallery, London

A partir de marzo llegará la nueva programación del museo. Será el día 2 cuando se inaugure Pasiones mitológicas. Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Velázquez, Van Dyck, una ocasión excepcional, en palabras de Falomir, para “reunir las seis poesías que Tiziano hizo para Felipe II entre 1551 y 1562”. Coorganizada junto a la National Gallery, la National Galleries of Scotland en Edimburgo y el Isabella Stewart Gardner Museum de Boston la muestra ya se pudo ver en Londres aunque tuvo que ser cerrada en dos ocasiones. Sin embargo, en Madrid tiene un perfil diferente porque “incluye piezas de otros pintores que delatan el impacto que tuvieron estos trabajos. Se trata de uno de los conjuntos más importantes de la pintura occidental”, admite Falomir. En definitiva, un recorrido por algunas escenas mitológicas centradas en el amor y el deseo inspiradas por los grandes escritores de la Antigüedad grecorromana.

También en marzo, el 9 para ser exactos, se inaugurará Marinus. Pintor de Reymerswale, que nos acerca la obra de este artista poco conocido cuyas obras, sin embargo, se “utilizan mucho en los libros y noticias sobre economía”. Su producción es corta, no existe una biografía y nunca se ha hecho una exposición en torno a una figura “muy apreciada a mediados del siglo XVI en España”, recalca Falomir. De cara a septiembre será el turno de El Hijo Pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz, una temporal que reúne los bocetos y las obras finales de esta serie del pintor sevillano, la primera realizada en España de este relato de la Biblia. Ese mismo mes tendrá lugar Leonardo y la copia de Mona Lisa. Nuevos planteamientos sobre las prácticas del taller vinciano, una exposición dosier “para evaluar el significado de esta obra en los estudios leonardescos”.

Marinus van Reymerswaele: 'El cambista y su mujer', 1539

Llegado el otoño el Museo del Prado tiene previsto que podamos acudir a sus salas a ver Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España, una exposición que quiere visibilizar el rico patrimonio artístico que, proveniente de América, se conserva en instituciones culturales, espacios religiosos o colecciones particulares, principalmente en España. A todas estas propuestas hay que añadir el Legado de Carmen Sánchez, ocasión para mostrar una selección de las adquisiciones realizadas gracias a su generosidad; la exposición 40 Aniversario de la Fundación Amigos del Museo del Prado, que se celebrará en septiembre, y La obra invitada. Bocetos de Goya para la Predicación de san Bernardino de Siena y Reflejos del cosmos en el Museo del Prado, un nuevo acercamiento a la colección a través de un itinerario expositivo comisariado por Montserrat Villa Martín, investigadora del Centro de Astrobiología (CSIC/INTA) Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.

Este año trae otra buena noticia para la pinacoteca: tras la aprobación de los Presupuestos se prevé que las obras del Salón de Reinos arranquen a finales de noviembre con un plazo de ejecución de cuatro años. A la campaña de restauración de murales y fijación de las estructuras tectónicas le seguirán estas obras que tendrán un coste de 36 millones de euros. 

@scamarzana