Tras dos años de intenso trabajo, Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) presenta lo que él denomina un “proyecto”, y no una exposición. En él reconstruye el devenir histórico del urbanismo de Bilbao, siguiendo como línea de articulación el recorrido de la ría del Nervión y las distintas intervenciones arquitectónicas que se han ido sucediendo en la ciudad. El título del proyecto: La ciudad vacía, alude a cómo esas intervenciones, con su carácter monumental, habrían ido ocasionando el vaciamiento de la urbe. Una cuestión que alcanza un eco profundo con las experiencias de la pandemia y el confinamiento que hemos vivido en los últimos tiempos.
El trabajo artístico de Muntadas tiene un interés y alcance conceptual muy profundos, en él ha ido integrando siempre la indagación sobre el lenguaje, sus usos sociales, y sus dimensiones políticas. En esta ocasión, todo ello se sintetiza con su atención a la arquitectura, que ha constituido un núcleo central de sus actividades como profesor en el Departamento de Arquitectura del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) entre 1990 y 2014, así como en el Instituto Universitario de Arquitectura del Véneto, en Venecia, desde 2004.
Este profundo y excelente proyecto nos lleva al carácter dinámico, fluido, tanto de las aguas como de las ciudades
Muntadas sitúa como núcleo de este proyecto multidisciplinar una serie de propuestas, iniciada en 1995, que lleva como título On Translation (Sobre la traducción), y que según aclara “hace referencia no a la traducción palabra a palabra, sino a la traducción cultural”. En esa línea, el proyecto La ciudad vacía se despliega en tres secciones y un complemento, aunque ya en la sala de entrada a los espacios destinados a su presentación encontramos dos baldas con catálogos de diversas propuestas anteriores, lo que resalta la línea de continuidad de lo que podemos ver, leer y oír ahora.
El complemento, que Muntadas caracteriza como una serie de anotaciones audiovisuales “a pie de página”, tiene el carácter de un “preámbulo” de la investigación sobre Bilbao. Aquí encontramos tres vídeos anteriores: Dérive Veneziane (2015), Guadiana (2017) y Finisterre (2017), que alcanzaron un importante eco en sus proyecciones públicas y que nos llevan a otras confluencias de aguas y ciudades. Los signos de la escritura se confrontan con las imágenes visuales, pues en los bancos pintados de blanco dispuestos para sentarse a ver los vídeos encontramos inscritas, con un color negro intenso, las palabras ‘Transitar, Transformar y Transcurrir’.
La primera sección tiene como título 'Vacuum / Plenum', palabras en latín que contraponen ‘Lo vacío y Lo lleno’. Esa contraposición se articula en dos caras contrapuestas de una pantalla. En una van pasando en loop imágenes en blanco y negro de la ciudad, tomadas con cámara fija. En ellas vemos el despliegue de las aguas del núcleo acuático: la ría, de la ciudad de Bilbao. Todo ello, en silencio. Y en el banco encontramos la inscripción ‘Traducir’.
En la otra, las imágenes en color nos llevan a la ciudad habitada, con sus construcciones arquitectónicas en torno a la ría, con gente que va y viene. En los muros hay una serie de citas de Walter Benjamin (extraídas de su Obra de los Pasajes, del capítulo “París, capital del siglo XIX”). Entre ellas destacan, por su relación directa con el proyecto, las siguientes: “El sentimiento de pertenencia a una ciudad va siempre unido por sus habitantes… / […] creando así un vacío antes de que apareciera el siguiente / […] nunca nos es posible recordar por completo lo que hemos olvidado […]”. En el banco está la inscripción ‘Transmitir’.
Y es importante tener en cuenta que hay una entera sincronía entre las dos proyecciones, en las que se ven los mismos espacios, pero eso sí: en momentos diferentes del tiempo en la ciudad.
La segunda sección: ‘On Translation: La Ría’, parte del cuadro de Darío de Regoyos (1857-1913) La ría de Bilbao (h. 1910), que se confronta con la visión de la ría que transmite Google Earth. En este caso, se contraponen dos grabaciones sobre la ría que podemos oír. Una es la de la audioguía de la ciudad, con su carácter pretendidamente oficial, mientras que la otra, del escritor Iñaki Uriarte, transmite una visión crítica de cómo se ha ido interviniendo arquitectónicamente en las últimas décadas.
En la tercera sección: ‘Suntsiketa / Eraikuntza’ (Destrucción / Construcción), vemos un conjunto de fotos fijas de obras, edificios, pandemias e inundaciones, en blanco y negro y en color, viradas en negativo, con lo que se les pretende dar “un sentido fantasmal”. En el banco en blanco está la inscripción ‘Transgredir’, y además se puede oír una grabación de unos bertsolaris, en vasco improvisadores populares de versos.
Un signo central del proyecto de Muntadas es la repetición del prefijo ‘trans’ en las inscripciones de los bancos, con las que, según indica, nos lleva al origen del proyecto en su “On Translation”, y con los sentidos de “a través” y “transmitir”, pues con ello se quiere suscitar “participación” en aquellos con los que comparte sus proyectos. Lo que intenta es desencadenar un proceso que implica el paso que va de mirar a ver y percibir.
En definitiva, este profundo y excelente proyecto nos lleva, a través de la visión y percepción del flujo acuático y arquitectónico de Bilbao, a una consideración del carácter dinámico, fluido, tanto de las aguas como de las ciudades, puestas en espejo: ciudad y tiempo.