Un lienzo de Salvador Dalí que llevaba más de 50 años oculto al público sale a la venta tras el fallecimiento de su propietario, un coleccionista privado que la tenía en el salón de su casa. Se trata de Madona cósmica, un cuadro de 152,5 por 91,5 centímetros pintado en 1958, durante la etapa místico-nuclear del artista, y en el que confluyen su interés por la religión y por la ciencia nuclear.
La obra, inspirada en la Madona sixtina de Rafael —uno de los artistas más admirados por Dalí—, representa a la virgen María con el niño Jesús en brazos, ambos desmaterializándose bajo un rayo de luz. En el reverso del cuadro, Dalí lo tituló como El corte de la oreja de Van Gogh desmaterializándose desde su espantoso existencialismo y explotando al modo de un pión durante el deslumbramiento de la Madona Sixtina de Rafael. El cuadro solo se ha expuesto tres veces al público, la última de ellas en Nueva York en 1965, hace más de medio siglo. Además, hasta ahora solo se conocían fotografías en blanco y negro de la obra.
Los herederos de la obra han creado una página web, cosmicmadonna.com, en la que proporcionan detalles, imágenes y vídeo del cuadro, los datos de contacto para posibles compradores, así como opiniones de expertos en la obra de Dalí. Uno de ellos es Eliott H. King, comisario de la exposición de 2010 Dalí: The Late Work, en el museo de Atlanta, que asegura que “el resurgimiento de la pintura en todo su deslumbrante color la establece como una de las obras de arte más exitosas y elaboradas del periodo de posguerra de Dalí”. En su descripción de la obra, el experto afirma que “la Madona de Rafael parece desintegrarse —o reintegrarse— ante nuestros ojos en una explosión de azul cerúleo”, y en cuanto al título alternativo y su mención a la oreja de Van Gogh, opina que “Dalí recuerda la hipótesis de los teólogos medievales de que la Virgen María concibió por medio de la palabra de Dios, y, por lo tanto, fue inseminada a través de su oído”.