Cartier-Bresson decía que “el fotógrafo no puede ser un espectador pasivo, no puede ser realmente lúcido si no está implicado en el acontecimiento”. La fotografía no solo está ahí para inmortalizar momentos sino que sirve para mostrar realidades cercanas y distantes de las que, en ocasiones, no somos conscientes. Fotonoviembre, la bienal fotográfica que se celebra en Tenerife hasta el 9 de enero, reúne la obra de 136 artistas e inaugura 21 exposiciones en 16 sedes diferentes de la isla.
Esta edición tiene como objetivo que la fotografía se entienda no como un objeto de entretenimiento sino que nos ayude a comprendernos y pensarnos. Titulada Reensamblaje, su directora Teresa Arozena ha querido hacer un guiño directo a la película homónima dirigida en 1983 por la directora vietnamita Trinh T. Minh-ha en la que aborda “la crisis de la representación del cine etnográfico”.
“La bienal conecta la fotografía con las teorías de montaje de Bertolt Bretch y Sergei Eisenstein que nos plantean otra forma de aproximación a la imagen en la que esta cuenta y habla frente al consumo de imágenes y la cultura del shock en la que estamos inmersos”, añade. En este sentido, Fotonoviembre se centra en cómo nos relacionamos con el paisaje y la naturaleza y en las “contradicciones que surgen con el capitalismo”. Así, la cita invita a reflexionar y repensar en torno a la fotografía como “herramienta que aporta información sobre quiénes somos y a dónde vamos” y al mismo tiempo busca “hacer de la imagen una cuestión de conocimiento y no de ilusión”.
La exposición Días maravillosos, que surge de un relato de ciencia-ficción escrito por J.G. Ballard en 1978, reúne obra de Leopoldo Cebrián Alonso y Rafael García Plaza, dos fotógrafos que retrataron el cambio que vivió la isla de Tenerife entre los años 70 y 80 con el boom inmobiliario y el desarrollo del turismo de masas como telón de fondo. La muestra, en la que también encontramos obra de Rubén Acosta, Sonsoles Company o Thomas Ruff, recrea un posible relato de la tardomodernidad de las islas Canarias.
Por otro lado, Reensamblaje, además de ser el título de esta edición del festival también lo es de una de las exposiciones. En ella se dan cita obras de autores como Allan Sekula, Tacita Dean, Ana Mendieta, John Baldessari, Ignacio Acosta o Valentín Vallhonrat. La muestra, que ahonda en los problemas que surgen de las relaciones entre la tecnología y la naturaleza, atiende a la pregunta sobre el origen y la producción de las imágenes, "las verdaderas cajas negras de la nave, las que nos aportan los datos necesarios para saber quiénes somos".
Archivo y memoria
Durante el tiempo que dura esta bienal no solo se pueden ver exposiciones sino que también hay una programación de proyecciones y un seminario de tres días de duración que tendrá lugar entre el 18 y el 21 de noviembre en el Salón de Actos TEA Tenerife Espacio de las Artes. El objetivo es resituarla como pieza “que responde a intenciones, deseos y necesidades”. Para ello, las conferencias se han agrupado en torno a tres ejes situando “el foco en los dispositivos de la fotografía”.
El primer día Joana Mendelson, desde Nueva York, hablará de la fotografía como testimonio, propaganda y memoria durante y después de la guerra civil, y Carmelo Vega abordará las nuevas orientaciones y nuevos proyectos del Inventario de Fotografía de Canarias. El eje de esta primera jornada será el archivo fotográfico, un tema central para los profesionales de nuestro país como ya lo denunció el Centro Nacional de Fotografía a través de un manifiesto. La segunda jornada la abrirá Víctor del Río con una conferencia sobre cómo se relacionan la narración y la memoria a través de la historia. Le tomará el relevo Marta Dahó para analizar cómo en las últimas cuatro décadas las prácticas fotográficas han venido zarandeando la noción de paisaje.
Cerrando el ciclo estará la directora del MACBA Elvira Dyangani Ose con una conferencia sobre la fotografía, su exposición y la construcción de un imaginario colectivo. En ella tratará de mostrar cómo la exposición de fotografía de autores del continente africano durante los últimos treinta años ha servido de vehículo para la reconfiguración de una identidad cultural. Valentín Roma, director de La Virreina de Barcelona y encargado de clausurar el seminario, cuestionará las genealogías jerárquicas de la fotografía y abrirá focos de interés hacia autores, prácticas y periodos que no han sido valorados suficientemente.