La artista portuguesa Paula Rego (Lisboa, 1935), que redefinió el arte figurativo y revolucionó la representación de las mujeres, ha muerto muerto a los 87 años, según ha informado la galería Victoria Miro. "Falleció en paz esta mañana, después de una breve enfermedad, en su casa en el norte de Londres, rodeada de su familia. Nuestro más sincero pésame", ha publicado el espacio británico en sus redes sociales.
Rego fue una de las pintoras figurativas más relevantes de la escena internacional y una de las voces plásticas más lúcidas y combativas surgidas en la segunda mitad del siglo XX. La producción artística de Rego está enraizada en experiencias y recuerdos personales, en siniestras fantasías, en la historia del arte y en la literatura. En el Museo Picasso de Málaga se puede ver actualmente una exposición con más de ochenta obras que refieren su notable trayectoria poniendo de manifiesto el carácter autobiográfico de buena parte de su arte, el contexto sociopolítico donde hunde sus raíces y el amplio espectro de sus puntos de referencia, desde el cómic hasta la pintura de historia.
Ajena a las modas pasajeras, Rego ha practicado siempre la pintura figurativa bajo formas muy diversas y es de los pocos artistas modernos cuya obra gira en torno a la vida misma. Su obra tiene una manifiesta voluntad subversiva y liberadora, con una evidente dimensión de lucha contra la autoridad. En ella la artista habla de la dominación, la opresión y la violencia con lo que cuestiona los estereotipos impuestos socialmente.
En una ocasión, la artista dijo que le gusta "socavar las historias, como cuando haces daño a las personas que quieres". Tan provocadora con sus imágenes como deslenguada en sus declaraciones, como apuntó Germaine Greer, Rego pone en sus imágenes cosas que nos avergonzaría hasta pensar. Ha pintado escenas de degradación y miseria, abandono y asesinato de niños, alcoholismo, proxenetismo y prostitución. Ha hablado abiertamente de sus infidelidades en un matrimonio abierto y también de sus abortos. Incluso en sus representaciones autobiográficas ha utilizado el travestismo para empoderarse.
Paula Rego nació en Lisboa en 1935, bajo la dictadura autoritaria de António de Oliveira Salazar. Sus padres, antifascistas y anglófilos, quisieron que su hija viviera en un país liberal, y a los dieciséis años la matricularon en una escuela de señoritas en Kent (Inglaterra). De allí pasó a estudiar pintura en la Slade School of Fine Art de Londres (1952–1956), donde tuvo entre sus condiscípulos a Victor Willing, con quien se casó en 1959.
Rego, Willing y sus hijos vivieron entre Inglaterra y Portugal antes de establecerse en Londres en 1972. Ella representó a uno y otro país en la Bienal de São Paulo, a Portugal en 1969 y a Gran Bretaña en 1985. En 1988 Willing murió tras una larga enfermedad. En el mismo año las exposiciones individuales de Rego en la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa, el Museo Serralves de Oporto y la Serpentine Gallery de Londres consolidaron su puesto de primera fila en el arte contemporáneo. En 1990 fue designada primera Artista Asociada a la National Gallery de Londres.
El Museo Reina Sofía dedicó a Rego, la pintora de la tragedia existencial, una gran exposición en 2007, en la que recorría su trayectoria artística a través de importantes grupos de obras de cada periodo, empezando con la de estudiante y continuando con las pinturas y collages políticos, alimentados por el odio hacia el régimen de Salazar y realizados con un estilo muy libre en la década de los cincuenta y principios de los sesenta. Tras un periodo de vacío artístico, su creación se reanudó a principios de los ochenta con obras de gran formato y fluida ejecución, pintadas en acrílico sobre papel.
Ha sido distinguida con numerosas exposiciones retrospectivas, entre ellas la de Tate Liverpool en 1997, la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en 2007, la del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey y la Pinacoteca do Estado de São Paulo en 2010–2011 y la del Musée de l'Orangerie de París en 2018. En 2009 se inauguró un museo dedicado a sus obras, la Casa das Histórias Paula Rego en Cascais (Portugal). En 2017 se estrenó el documental Paula Rego, Secrets and Stories, dirigido por su hijo Nick Willing. En 2022 participó como una de las artistas más relevantes en la edición 59 de la Bienal de Venecia con la exposición The Milk of Dreams en el pabellón central.