Huele a pan en la Sala de Bóvedas del Centro Condeduque de Madrid. La mesa está puesta para 17 comensales, artistas jóvenes y españoles, dispuestos a confeccionar un menú que reflexione sobre la alimentación desde una perspectiva multidisciplinar.
Un entrante de sostenibilidad y reflexión de género con un plato principal sobre el impacto de la dieta en nuestra salud y en nuestros cuerpos, aderezado con la manipulación de la imagen publicitaria en el consumo de alimentos ultraprocesados.
Muchos melones abiertos para hablar de una cuestión poliédrica, también política. El comer lo abarca todo.
El arte se convierte en el dispositivo perfecto para abordar las complejas y casi inabarcables conexiones entre alimentación y cultura.
Solo en el siglo XX encontramos importantes ejemplos: desde el restaurante-performance Food que montó Gordon Matta-Clark en el Nueva York de los 70, el banquete feminista de Judy Chicago, los vídeos de alimentos en descomposición de Sam Taylor-Wood o la participación del cocinero Ferran Adrià en la Documenta 12.
La capacidad expresiva y relacional del ritual alimenticio se convierte en el hilo conductor de Pan y circo, inaugurada en la sala Amós Salvador de Logroño y que recae ahora en el Condeduque en un ejemplo de coproducción institucional.
La exposición reúne una excelente selección de piezas comisariadas por Alicia Ventura junto a la artista Rosalía Banet, quien cocina a fuego lento el asesoramiento científico, en un proyecto resultado de año y medio de trabajo.
En ella han reunido piezas de préstamos y colecciones privadas a excepción de Correspondencia de Marta Fernández Calvo. La artista riojana fue invitada a producir una obra específica relacionada con el vino que derivó en una correspondencia con su padre y con los paseos que diariamente realiza por las viñas que rodean su casa, respondiendo a las flores y elementos naturales del paisaje que él recolecta con frottages cerámicos cocidos bajo tierra. Arraigo y activismo a través de una poética de los materiales.
Greta Alfaro, quien también presenta una estupenda individual en la galería Rosa Santos de Madrid, nos recibe en el vestíbulo con su vídeo In Ictu Oculi (2009), una impactante escena en la que una bandada de buitres devora un banquete en minutos.
En otra línea de trabajo Tania Blanco presenta el vídeo Degustación UNLID (2017), un proyecto sobresaliente lleno de sarcasmo que subvierte los códigos de los influencers gastronómicos de YouTube analizando productos ultraprocesados de la cadena de supermercados UNLID desde sus propiedades perjudiciales.
Junto a ellas, Saelia Aparicio, Basurama, Luna Bengoechea, Bene Bergado, Peter Foldes, Manuel Franquelo, Ángel Marcos, Antoni Miralda, Asunción Molinos Gordo, Santiago Morilla, Estibaliz Sádaba, Carles Tarrassó y Winkler + Noah nos invitan a reflexionar sobre lo que comemos y lo que miramos, imaginando otros mundos posibles, otros modos de consumir y producir, que comienzan en nuestros platos.