La casa de campo abandonada en la que Bansky realizó su último trabajo, en la ciudad costera de Herne Bay, en Kent (Inglaterra), ha sido demolida. El artista había hecho en una de sus paredes el mural Morning is Broken, en el que un niño, junto a la silueta de un gato en una ventana, abre cortinas de hierro.
Unas fotografías en la cuenta de Instagram del artista callejero anónimo reflejan el derribo del edificio y la destrucción del mural. La casa estaba cubierta de hiedra y en visible estado de abandono.
Una de las imágenes muestra la pared en la que intervino Banksy, junto a una excavadora, un contenedor y una pila de escombros de ladrillo en el suelo, mientras un trabajador observa.
Las labores de demolición en este espacio, en el que está previsto la construcción de docenas de casas nuevas, comenzó el pasado martes sin que los contratistas supieran que la obra de arte era de Banksy, según el diario The Guardian, que recoge declaraciones de uno de ellos, George Caudwell, lamentando la destrucción de la obra.
Este hecho se produce un mes después de que otra obra de Banksy fuera desmantelada después de aparecer en Margate, ciudad costera de Kent. El mural, titulado Valentine's Day Mascara y que trata sobre el abuso doméstico y la violencia contra las mujeres, fue trasladado al parque temático Dreamland de la ciudad.
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Banksy ha emprendido recientemente proyectos filantrópicos para Ucrania. En diciembre pasado anunció que había creado 50 serigrafías que se venderían para recaudar fondos destinados a una organización benéfica que apoya a la población ucraniana. El artista manifestó que había pasado un tiempo en el país desde la invasión rusa.
En su cuenta de Instagram asumió la autoría de una pieza en la que se ve a una niña haciendo el pino sobre las ruinas de un edificio bombardeado en Borodianka, localidad a 54 kilómetros de Kiev.
En varios puntos del país aparecieron otras seis obras con el inconfundible estilo del artista callejero, que a pesar de cotizar cifras astronómicas en el mercado del arte mantiene el anonimato.
En una de ellas se ve a un practicante adulto de judo (probablemente Putin, que es cinturón negro en este arte marcial) siendo derribado por su contrincante, un niño. Los niños son de hecho los protagonistas de varias de estas obras callejeras, en una clara alusión a que son quienes más sufren las consecuencias de los conflictos bélicos.