La mesa sectorial del arte contemporáneo denuncia el "ninguneo" y las "malas prácticas" de la clase política

El dinero público que recibe el arte contemporáneo no llega ni al 0,00000000000000000000001 % de los presupuestos generales, según la mesa sectorial que aglutina a las principales asociaciones relacionadas con ese campo. Por ello, "respetar y mejorar los presupuestos nacionales, autonómicos y locales dedicados a la cultura y al arte contemporáneo" es uno de los diez puntos del decálogo que ha publicado junto con un comunicado urgente este jueves, después de reunirse en el Museo Reina Sofía.

"Descalabro" y "acciones erráticas" son algunas de las palabras con las que la mesa sectorial define la manera en que muchos gobernantes están actuando con respecto a la cultura en general y a las artes visuales en particular.

"Ante la situación actual de ninguneo y malas prácticas hacia el sector profesional cultural, que venimos denunciado constantemente, la Mesa Sectorial como estructura orgánica y democrática del sector del arte contemporáneo manifiesta su absoluta preocupación por el proceso de degradación del contexto político y social al que estamos asistiendo en los últimos tiempos y que hablan de un fuerte retroceso democrático y profesional resultando una mayor precarización e instrumentalización del sector y que refleja una actitud perversa y de menosprecio hacia los espacios de creación y exhibición de las artes visuales".

La mesa sectorial está formada por la Asociación de Directoras y Directores de Museos y Centros de Arte Contemporáneo de España (ADACE), el Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Gestión Cultural (FEAGC), el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales (MAV), y la Unión de Artistas Contemporáneos de España (Unión_AC).

La organización ya elaboró en 2007 un código de buenas prácticas para la gestión y buen funcionamiento de los museos y centros de arte contemporáneo (actualizado en 2019 y 2021 con el consenso del sector), pero denuncian que se ha incumplido de manera sistemática, con habituales nombramientos a dedo y destituciones arbitrarias. Es el caso del reciente despido de Juan Antonio Álvarez Reyes como director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y su sustitución, sin concurso público, por Jimena Blázquez Abascal, así como el cese de José Luis Pérez Pont como gerente del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana.

Por ello, entre las reivindicaciones del decálogo difundido hoy por la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo figura la obligatoriedad de elegir las direcciones de museos y centros de arte mediante concurso público, mediante un comité de selección paritario compuesto por profesionales del sector, y la presentación de un proyecto, según el Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte mencionado anteriormente; así como el Código de Museos del Ministerio de Cultura y Deporte, y el Código Deontológico de ICOM. Esta práctica "se había extendido a lo largo de los años de manera absolutamente natural, pero observamos con asombro que existen responsables políticos que obvian estos comportamientos profesionales nombrando a dedo estas direcciones, lo que constituye una injerencia política totalmente inaceptable", lamenta la organización en un comunicado.

La mesa sectorial, que ha participado en la redacción y puesta en marcha del Estatuto del Artista, pide también "activar y completar" sus medidas, "ya que los cambios han sido mínimos y las artes visuales han sido las grandes olvidadas pues solamente les afectan algunas medidas tangenciales". Algunas de sus reclamaciones en este sentido consisten en que los artistas visuales, independientemente de su situación laboral, puedan "facturar y desgravar los gastos derivados de la creación y difusión de su trabajo".

Entre las reivindicaciones del decálogo difundido hoy por la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo también figuran la defensa de la libertad de expresión, luchar contra la desigualdad de género, potenciar las enseñanzas artísticas y estimular la colaboración público-privada mediante una ley de mecenazgo (una de las reclamaciones más antiguas del sector cultural).

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También piden "reducir el IVA, llegando a un acuerdo entre los Ministerios de Cultura y Hacienda para terminar con la discriminación que el arte español sufre respeto a otros ámbitos culturales".

En sus últimos dos puntos, el decálogo pide crear "un secretariado específico de arte contemporáneo" en el Ministerio de Cultura, y crear comisiones estatales y regionales "para el desarrollo y la vigilancia en el cumplimiento del Código de Buenas Prácticas" y su ampliación a las entidades privadas.