¿Cómo surgió la exposición Maestras?
Fue una invitación del director artístico del Museo Thyssen, Guillermo Solana, por avanzar en la programación feminista con la que ya se había comprometido con el ciclo Kora (desde 2018) y con exposiciones monográficas de artistas presentes en la colección, como Sonia Delaunay y Georgia O’Keeffe.
¿Cuánto tiempo tardaron en darle forma?
Desde el otoño de 2020. Han sido tres años de trabajo muy intenso y complejo, apoyada por todo el equipo del museo.
¿A qué atribuye su éxito?
Se puede disfrutar de un centenar de obras de excelente calidad, la inmensa mayoría nunca vistas en nuestro país. Se entiende muy bien, ya que se articula en ocho secciones que tratan determinados temas en lugares y momentos históricos a través de iconografías muy cerradas. Y para las mujeres es muy emocionante: se recupera un pasado que había sido ocultado.
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¿Qué fue lo más difícil durante la preparación del proyecto?
Sin duda, prescindir de las decenas de obras que, con similar calidad, podían haber estado en la exposición.
¿Es fácil dar con obras de mujeres según qué periodo?
Después de medio siglo de legiones de investigadoras feministas, disponemos de amplios repertorios de obras. La dificultad estriba más bien en que muchas de las obras que presentamos en Maestras son hoy piezas protagonistas en los museos de procedencia, y les cuesta prestarlas.
¿Por qué era necesaria esta exposición?
Por una parte, ya era hora de sincronizarnos con los países de nuestro entorno y de que llegara al gran público la más importante transformación de la historia del arte en las últimas décadas. Ojalá repercuta también en la reconsideración de nuestras artistas contemporáneas.
¿Qué museos en España destacaría como atentos a la presencia en su programación de mujeres?
En los últimos años, además del Museo Thyssen, destacaría CAAC en Sevilla y el Centro del Carmen en Valencia, cuyos directores han sido cesados recientemente. También es equilibrada la programación de exposiciones de Artium, CA2M, IVAM, MACBA… Aunque si hablamos de adquisiciones seguramente esa supuesta paridad no se mantendría.
“Ya era hora de que llegara al gran público la más importante transformación de la historia del arte en las últimas décadas”
¿Qué artistas conocidas podemos encontrar en Maestras?
Artemisia Gentileschi, Clara Peeters, Angelica Kauffmann, Rosa Bonheur, Berthe Morisot, Mary Cassatt, Camille Claudel, Natalia Goncharova, Sonia Delaunay, María Blanchard, Suzanne Valadon, Maruja Mallo, Käthe Kollwitz, Tamara de Lempicka, Frida Kahlo…
¿Y qué otros nombres nos van a sorprender?
En Maestras reunimos a 73 artistas, así que el elenco es largo. Recomendaría fijarse en las obras de Elisabetta Sirani, Rachel Ruysch, Adélaïde Labille-Guiard, Henriette Brown, de la que tenemos cuatro retratos, la pintora finlandesa Helene Schjerfbeck y la danesa Anna Ancher, Elizabeth Nourse, María Luisa Puiggener, Jacqueline Marval, Alice Bailly, Helene Funke… y escultoras como Marie Cazin o Emy Roeder.
¿Abordan el tema de la maternidad de un modo especial?
En el último tercio del siglo XIX, las impresionistas Morisot y Cassatt sitúan a la madre como protagonista, ya sea en escenas de intimidad y ternura, o bien incidiendo en la carga y dificultades que supone sacar adelante a los bebés.
¿Cómo valora este año de arte?
La precariedad sigue haciendo mella y la mayoría de los presupuestos han ido a parar al “genio” del Año Picasso, que ha acaparado la programación. No ha sido un buen año.
¿Qué otra exposición destacaría?
La retrospectiva de Leonora Carrington, en la Fundación Mapfre y Al biés, en el Museo de Artes Decorativas, un proyecto modélico con piezas muy bien seleccionadas.