PHotoEspaña es uno de esos festivales señalados del calendario cultural y artístico por su capacidad de reunir a grandes nombres de la fotografía junto a las corrientes más actuales y experimentales.
Este año, la cita con la fotografía se celebra del 10 de mayo al 29 de septiembre con 84 exposiciones en las que participan 293 artistas que se reúnen bajo un mismo lema: Perpetuum mobile. En su 27.º edición, el festival se presenta sin su fundador, Alberto Anaut, fallecido el pasado julio de 2023, pero recupera la energía de sus primeros años.
Otra de las novedades la encontramos en su dirección. María Santoyo afronta su primera edición tras la salida de Claude Bussac después de casi 17 años liderando el proyecto. Ante esta aventura, Santoyo se ha fijado tres retos: diversificar las prácticas incluidas en el festival, tender puentes con nuevos públicos y convertirse en un foro de debate abierto a todos en el que analizar los futuros posibles de la fotografía.
“Quiero introducir algunos temas que podamos cuestionarnos durante los próximos tres años, a través de la pregunta de qué puede llegar a ser la fotografía y así reflexionar sobre su futuro”, sostiene Santoyo.
El movimiento como hilo conductor
Para iniciar esta nueva etapa, el festival cuenta con una programación que hace del movimiento su columna vertebral: desde el dinamismo de la propia profesión y el movimiento de los creadores en el desarrollo de su trabajo hasta la representación del movimiento mismo y también el de los cambios colectivos, históricos o sociales.
Perpetuum mobile es, además, el título de la exposición colectiva que se podrá ver en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes de Madrid y en la que se reunirá el trabajo de fotógrafos que retan los límites de la fotografía y desbordan la bidimensionalidad de la imagen.
La muestra, comisariada por Alejandro Castellote, primer director artístico del festival, reúne el trabajo de 27 autores que ilustran las transformaciones que ha sufrido la fotografía desde sus inicios y muestra imágenes que se mueven en las fronteras de la ficción.
En la misma sede, pero en la Sala Minerva, se expondrá por primera vez en España la serie Ravens del fotógrafo japonés Masahisa Fukase, cuya obra explora temas emocionales y personales como la soledad, la melancolía y la obsesión.
Por supuesto, el movimiento puede ser entendido desde diferentes perspectivas y es precisamente lo que propone CentroCentro poniendo el foco en la expresión corporal. La retrospectiva dedicada a Barbara Brändli, que inició su trayectoria como bailarina y por cuyo objetivo han pasado artistas, músicos, actores, bailarines, modelos, políticos y empresarios, mostrará cómo la fotógrafa suiza ha sabido comprender la importancia del movimiento y el gesto.
Al festival se ha unido por primera vez la Fundación Ortega Marañón y lo hace para celebrar el centenario del olimpismo femenino en España. Si bien la muestra se comprende como un homenaje a Lili Álvarez, la primera mujer española que participó en unos Juegos Olímpicos, los de París de 1924, también explora los inicios del deporte en España y su vinculación con la modernidad.
Además, el Teatro Real participa como sede oficial del festival con una exposición que pone sobre la mesa la pasión del compositor Giacomo Puccini por la fotografía con imágenes líricas de las ciudades que visitaba y otras en las que capturaba su propia sombra.
Entre los retos planteados por María Santoyo se encuentra la búsqueda de nuevos públicos sin olvidar que los espectadores habituales del festival puedan descubrir nuevas propuestas. En este sentido, la directora ha iniciado una colaboración con algunos museos estatales que le permite proponer diálogos entre las colecciones históricas de estas instituciones y el trabajo de artistas emergentes.
Es el caso de Filip Custic, el artífice de las imágenes del disco El mal querer de Rosalía, cuyas composiciones neobarrocas dialogarán con la colección del Museo Cerralbo. Por otro lado, Laura San Segundo y Alejandría Cinque actualizan el discurso del Museo del Romanticismo planteando la cuestión de género a través de un proyecto instalativo y site-specific y Lúa Ribera introduce su interés por la música trap y drill en el Museo Lázaro Galdiano.
Cuatro grandes retrospectivas
Como es habitual, la programación de PHotoEspaña combina la apuesta por jóvenes talentos como Catara Rego, Widline Cadet o Sebastián Bruno con reconocidos fotógrafos nacionales e internacionales.
En este sentido, el festival cuenta con cuatro grandes retrospectivas de autores internacionales como Elliot Erwitt, que aseguraba que “para que una fotografía sea buena, debe tener equilibrio, forma y fondo. Pero para que sea muy buena también debe tener una magia indefinible”.
En la exposición La comedia humana, en la Fundación Canal, se podrán comprender las fuentes de inspiración principales del autor: las personas, los animales y las formas.
Otro de los hitos del festival lo marcará con Consuelo Kanaga, cuya obra llega por primera vez a Europa de la mano de la Fundación Mapfre. Pionera del fotoperiodismo en Estados Unidos, la muestra recorre seis décadas de trayectoria a través de sus imágenes más icónicas al tiempo que incide en el papel de la fotografía en la representación del mundo afroamericano.
Esta sede contará también con la visión del apartheid de David Goldblatt que inmortalizó a observadores, disidentes, colonos, víctimas, las ciudades en las que vivían y sus edificios en unas imágenes en las que la violencia no se manifiesta de manera explícita.
Una visión más amable del mundo es la que ofrece Iwan Baan, reconocido como uno de los fotógrafos de arquitectura más importantes del mundo. En su obra retrata el crecimiento de las grandes ciudades convertidas en megalópolis y construcciones tradicionales así como los edificios de algunos de los arquitectos más aclamados como Rem Koolhaas, Herzog & de Meuron, Kazuyo Sejima y Tatiana Bilbao.
La fotografía española
El festival nunca se olvida de los autores españoles y recupera el trabajo de nombres imprescindibles. En esta edición, la Sala del Canal de Isabel II rinde tributo a Gonzalo de Juanes, pionero en el uso del color en la fotografía documental y miembro de AFAL, colectivo de fotografía española del siglo XX.
Otro de los nombres clave de nuestra fotografía es Javier Campano, que este año expone en la sala El Águila donde desempolva un archivo inédito para mostrar la transformación del paisaje urbano y la vida en los barrios del Madrid de finales de los años setenta.
Además, en el Festival Off participan una treintena de galerías madrileñas con la obra de fotógrafos clásicos como Cristina García Rodero, Cándida Höfer, Eduardo Momeñe o Luis González Palma y autores jóvenes y de media carrera como David Jiménez o Jon Gorospe.
En su capacidad de ser un festival nacional, PHotoEspaña expande su influencia a todo el territorio con exposiciones en Alcalá de Henares, Alcobendas, Almería, Barcelona, Cartagena, Valladolid, Zaragoza o Santander.
La inteligencia artificial en la fotografía
Este año, y con el avance de la inteligencia artificial en todas las capas de la sociedad, PHotoEspaña no se pregunta qué es la fotografía sino qué puede llegar a ser. Así, la Fundación Telefónica organiza un ciclo de tres encuentros en los que se reflexionará sobre el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el campo de las artes visuales.
Junto a Filip Custic, Sofía Crespo y Albertine Meunier, autores clave en este ámbito, se tratará de expandir la noción de la fotografía y mostrar la creatividad y diversidad de la fotografía.