El Thyssen inaugura una exposición en la que hace "examen de conciencia" sobre el colonialismo
El director, Guillermo Solana, asegura que el proyecto "viene de muy lejos" y que "no tiene que ver con la coyuntura política actual".
24 junio, 2024 17:26En pleno auge del discurso decolonial en el mundo del arte, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid ha presentado este lunes la exposición temporal La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza.
Según ha explicado su director, Guillermo Solana, el museo ha hecho un “necesario examen de conciencia”, efectuando una relectura de sus colecciones desde el punto de vista de la descolonización. El resultado es esta exposición que aborda “el papel de los museos y las obras que albergan en el contexto de la creación y legitimación del relato eurocéntrico.
Según se explica en el dosier informativo de la exposición, La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza "pone de relieve las consecuencias del colonialismo iniciado en el siglo XVI y su presencia en la iconografía occidental a través de imágenes idílicas y exotizantes que enmascaran la desigualdad y violencia colonial".
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha hecho hincapié desde enero en la necesidad de “superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas”. No obstante, y a pesar de que Solana acaba de entrar en política al participar en las elecciones europeas dentro de la lista de Sumar —partido al que pertenece el ministro—, el director del museo asegura que esta exposición del Thyssen “no tiene que ver con ninguna coyuntura política actual”, sino que “viene de muy lejos”.
"Llevo 19 años en el Thyssen y nunca he recibido instrucciones, sugerencias o indicaciones directas o indirectas de un miembro del Gobierno en lo relativo a la programación de exposiciones", ha recalcado Solana en declaraciones recogidas por EFE. Según el director del museo, en España se interpreta todo en función de la coyuntura política, cuando el debate sobre la descolonización de los museos "viene de muy lejos".
Una exposición no se organiza ni en tres meses ni en seis "y quien diga que quien surgió del Gobierno actual o de la coyuntura actual ha dado instrucciones relativas a la exposición o es un ignorante o actúa de mala fe, cosa que es más frecuente", ha recalcado Solana, que ha agregado que no es inocente que los medios de comunicación identifiquen automáticamente "descolonización a restitución". En su opinión, se trata de "provocar alarma en el público y que se vea como una dilapidación del patrimonio nacional".
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 20 de octubre, reúne 58 obras de las colecciones históricas, tanto de la permanente como la de Carmen Thyssen, y 17 piezas contemporáneas de la colección TBA21.
Según el dosier informativo de la exposición, esta surge de "la tarea de renovación y puesta al día del museo en relación con los desafíos de la sociedad del siglo XXI, como la crisis climática, la igualdad de género, las migraciones o, en este caso, la decolonización". El documento también señala que esta relectura de la colección ya se ha presentado al público en muestras como Arte americano.
El origen de la exposición, ha relatado Juan Ángel López-Manzanares, uno de los cuatro comisarios de la exposición, surgió en 2019, año en el que el International Council of Museums (ICOM) planteó cómo paliar los sesgos eurocéntricos que hay en la mayoría de los museos occidentales.
Alba Campo Rosillo (historiadora del arte independiente), Andrea Pacheco González (comisaria independiente y directora del espacio “Felipa Manuela”) y Yeison F. García López (director del centro cultural “Espacio Afro”).
A través de seis apartados temáticos el Thyssen aborda esta relectura de sus obras que responden a las cuestiones fundamentales sobre la descolonización: el extractivismo y la apropiación, la construcción racial del otro, el esclavismo y la dominación colonial, la evasión a nuevas "arcadias", el cuerpo y la sexualidad y la resistencia y el cimarronaje.
Desde el inicio de la exposición se llama la atención sobre la presencia de africanos en el centro de Madrid en el siglo XVII a través de un paje que sale en primer plano del cuadro Vista de la carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado con cortejo de carrozas, de Jan van Kessell III.
El apartado sobre extractivismo plantea la explotación de recursos naturales en las tierras ocupadas y el abuso del trabajo humano en el sistema colonial, con bodegones y naturalezas muertas con objetos procedentes de altamar. Aquí se incluyen obras como Cabeza de muchacha (1893,1984), de Paul Gauguin o Estudio para la cabeza de Desnudo con paños, (1907) de Picasso.
También se analiza la "jerarquización racial del otro" y el "racismo científico" en el que Europa se atribuyó la supremacía cultural con obras como Jinete árabe de Eugène Delacroix o la obra etnográfica de Karl Bodmer.
Uno de los cuadros centrales de la exposición es Grupo familiar en un paisaje (1645-1648), de Frans Hals, un lienzo de gran tamaño que representa a una familia holandesa junto a un adolescente africano que debió de ser llevado para trabajar como esclavo ya que la presencia de estos demostraban el estatus social.
La visión idealizada de los territorios nuevos y la sexualización de las mujeres no occidentales se muestran con cuadros como Dos desnudos femeninos en un paisaje, de Otto Mueller.