Desvelado en Roma un retrato nunca expuesto de Caravaggio
- Perteneciente a una colección privada, el 'Retrato de monseñor Maffeo Barberini', se muestra al público por primera vez.
- Más información: El Caravaggio perdido ya está expuesto en el Museo del Prado
Si hasta hace poco disfrutábamos en el Museo del Prado del Ecce Homo de Caravaggio descubierto en 2021, declarado bien inexportable y de interés cultural (BIC) y comprado por un coleccionista británico por 35 millones, ahora es las Gallerie Nazionali di Arte Antica de Roma la que muestra el Retrato de monseñor Maffeo Barberini, la última atribución al maestro del barroco.
Desde este sábado y hasta el próximo 23 de febrero, este retrato, que muestra a Maffeo Barberini sentado en un sillón de madera con el cuerpo ligeramente girado hacia la izquierda, se expone al público por primera vez en el romano Palacio Barberini. Se trata de un préstamo histórico procedente de una colección privada.
Thomas Clement Salomon, director de las Gallerie Nazionali di Arte Antica, ha señalado que "este es el cuadro de Caravaggio que todo el mundo quería ver. Parecía imposible. Estamos profundamente orgullosos de que las Gallerie Nazionali di Arte Antica hayan logrado este ambicioso reto: por primera vez esta obra maestra podrá ser admirada por todos en el Palacio Barberini".
En la pintura, un rayo de luz ilumina intensamente al retratado en una sala muy desnuda y sobria. El monseñor, de unos treinta años, lleva una gorra y una sotana sin mangas en tonos verdes sobre una túnica blanca plisada. Su brazo izquierdo está apoyado en el brazo de la silla y sostiene una carta doblada en la mano, mientras que en primer plano la luz ilumina un rollo de documentos apoyado en la silla. Un maravilloso ejemplo de la utilización de la luz por parte del maestro del claroscuro.
Su rostro muestra la expresión impaciente y la boca entreabierta. Esto, unido al gesto algo brusco que hace con la mano derecha cortando el espacio, sugiere a los expertos que se trata de un personaje importante que está dando una orden a alguien fuera de cuadro.
La elegante experimentación cromática, la disposición de la figura en diagonal con respecto al fondo, los contrastes entre claros y oscuros, la forma de las manos redondeadas, la luminosidad de la piel y la manera en que los ojos están pintados con una pincelada de plomo blanco para añadir intensidad a la mirada del sujeto, son rasgos distintivos del estilo de Caravaggio, como ha señalado la crítica.
Con unas pocas pinceladas, Caravaggio pinta un retrato en movimiento y revela el estado de ánimo y la personalidad del sujeto, un intelectual de los más altos círculos sociales, monumental en su presencia.
Antecedentes de la atribución
El retrato fue dado a conocer por primera vez por el experto Roberto Longhi en su artículo Il vero 'Maffeo Barberini' de Caravaggio, publicado en la revista Paragone en 1963. Se presentó entonces como una obra clave para comprender a Caravaggio como retratista, y vino a llenar una laguna notable en la época romana de la obra del maestro, ya que sus retratos son extremadamente raros y casi todos se han perdido o han sido destruidos.
Según Longhi, la obra, que salió a la luz en Roma sin ninguna documentación que la acompañara, perteneció durante siglos a la colección de la familia Barberini antes de acabar en una colección privada, probablemente cuando se dispersó su patrimonio en los años treinta.
La reciente publicación de la correspondencia entre Roberto Longhi y el historiador del arte Giuliano Briganti (2021) ha revelado que el descubrimiento y la atribución del retrato a Caravaggio fueron realizados inicialmente por Briganti, quien cedió a Longhi el derecho a publicarlo. En una carta fechada el 2 de julio de 1963, este último confirmó lo sucedido, ofreciendo a Briganti la posibilidad de publicar la obra.
Longhi -explican desde el Palacio Barberini- publicó sobre la obra en septiembre de 1963 alabando el trabajo de restauración de Alfredo De Sanctis. Federico Zeri (historiador que formó parte del consejo científico del Muse del Prado) también reconoció la atribución a Caravaggio. En la Fototeca de la Universidad de Bolonia, una fotografía del cuadro del archivo Caravaggio lleva la firma de Zeri en el reverso, lo que indicarí que procede del marchante y experto romano Sestieri, antiguo conservador de la Galería Barberini.
Como explican ahora desde las Gallerie Nazionali di Arte Antica, desde su reaparición en 1963, la obra ha recibido el reconocimiento unánime de la crítica por sus rasgos estilísticos distintivos y la excepcional calidad del retrato. Mia Cinotti, autora de una de las monografías más completas de Caravaggio, de 1983, ya la había incluido en el catálogo del pintor después de que el propietario le permitiera examinar la obra en profundidad.
Este préstamo excepcional supone una oportunidad única de admirar una obra que nunca antes se había expuesto al público y que siempre ha formado parte de la colección privada a la que sigue perteneciendo. "Esta exposición constituye un acontecimiento sin precedentes, de extraordinario interés tanto para los estudiosos y expertos como para el público", aseguran desde la institución.