Dis Berlin, el pintor cuyos cuadros se camuflan en las películas de Almodóvar: "Toda creación es un misterio"

Suena de fondo el disco Berlin de Lou Reed, del que adoptó su pseudónimo Dis Berlin, en realidad, Mariano Carrera Blázquez (Soria, 1959) un pintor metafísico, heredero de los sueños de Giorgio de Chirico y los colores de Matisse, de la Movida de los ochenta y del "haz lo que te de la gana". Un pintor inmenso, aunque de pincelada lenta, versátil en sus propuestas estéticas con variadas técnicas pintura, dibujo, collage, escultura, fotografía, fotomontaje, cerámica…al que no se le acaban las ideas, ni la infinitud de imágenes. 

Pregunta. Cuéntenos, ¿qué podemos ver en su última exposición Le quedan muchas canciones a mi corazón?

Respuesta. El título se refiere a que aún tengo muchas ideas y muchas ilusiones puestas en mi trabajo. Siento que como trabajo muy lento se me acumulan las ideas que querría pintar, y, en el caso de esta exposición, el contenido es fundamentalmente mi trabajo de este último año. 

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P. ¿Se siente identificado con la etiqueta de la "nueva figuración madrileña"?

R. No exactamente. De acuerdo a la historiografía no pertenezco a la "figuración madrileña" como grupo, puro y duro, de lo que fueron los llamados "esquizos", de los cuales se hizo una retrospectiva en el Reina Sofía. Naturalmente los he conocido a todos, con algunos he tenido mucho trato, como en el caso de Manolo Quejido, que en mis inicios lo consideré como un maestro.

»Soy como un eslabón que continúa esa libertad que ellos se tomaron y desde luego me considero continuador suyo, pertenezco a los 80, a la Movida, donde había un popurrí muy variopinto de artistas desde los más ligados a la movida Ceesepe, Ouka Leele... hasta los neoexpresionistas, iba contracorriente, mi mirada era más hacía las vanguardias, un lenguaje figurativo más poético que luego derivó, en propuestas que se pueden llamar neo metafísicas. Tenemos pendiente definir las familias de los 80, aunque mi trabajo no tiene por qué estar ligado a nadie, ya que yo he hecho lo que me ha dado la gana. 

'Escenario mental II', 2022. Foto: Guillermo de Osma

P. ¿Cuánto queda de la Movida en sus cuadros?

R. Fue una época muy privilegiada, no había una consigna que no fuera "haz lo que te dé la gana", esa libertad la he mantenido, ser un poco contracorriente. No como ahora que los discursos vienen pautados por las facultades de Bellas Artes.

P. ¿Cómo es su proceso de trabajo? He leído que con los años se ha vuelto mucho más perfeccionista.

R. He cambiado tanto, he sido tantos pintores a lo largo de 40 años de trayectoria. En los últimos tiempos trabajo construyendo la imagen antes como si fuera un fotomontaje y luego lo dibujo, lo demás es un trabajo en el que parto de cero. En cuanto al color, intento ser lo más sutil y emocional posible. Un cielo no tiene por qué ser azul. Voy con todos los cuadros empezados a la vez, trabajando una cosa en uno, otra cosa en otro y hasta que voy completando una especie de puzle. Ya no soy el mismo pintor, soy otro. A veces me sonrojo de la frescura, entre comillas, que tenía mi trabajo. A veces se juzga de una manera muy severa.

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P. ¿Cómo empezó a pintar?

R. Siempre me da cierto rubor y a la vez siento orgullo de decirlo. Vengo de una familia muy pobre, no estaba la cosa prevista que yo fuera pintor. Pero, desde el colegio, tenía la sensación de que eso se me daba bien y de que me provocaba un placer enorme. Y enseguida, como yo era muy fantasioso, pues se me metió en la cabeza que yo quería ser pintor 

P. ¿Estudió Bellas Artes o en alguna escuela?

R. No, soy autodidacta. 

'Bodegón japones'. 2024. Foto: Guillermo de Osma

P. Qué bonito que el sueño de ese niño se haya cumplido. 

R. ¡Es tan increíble poder vivir de esto! Parece como un milagro ese sentido. Estoy muy agradecido, 

P. ¿Qué significa Dis Berlin?

R. Fue una elección, después de un pseudónimo anterior, me puse este. Me inspiré en el disco Berlin de Lou Reed, estaba fascinado con ese disco y en esa época hubo muchos artistas con pseudónimo como Ceesepe o Ouka Leele, es un signo de identidad de ese momento. Por cierto, del mismo disco sacó Alaska su pseudónimo. 

P. Cuéntenos sobre su ingente archivo de imágenes.

R. Como fetichista que soy siento un amor muy grande por las imágenes, fotos, revistas, libros y revistas de época hasta los años 60, nunca contemporáneo. Tengo 2.000 carpetas de imágenes. 

P. ¿Recurre a menudo a ellas?

R. Si, inevitablemente, ese el universo que yo elijo. 

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P. Entrando en sus pinturas ¿qué busca en esas atmósferas poéticas y metafísicas?

R. Querer hacer un cuadro-poema, lo he ido destilando y refinando más, intentando transmitir una voz interior. Es difícil de explicar porque yo creo que toda creación es un misterio, es un viaje a lo desconocido. Yo querría ir hacia una autenticidad, hacía una pureza poética, ¿no? algo que transmita profundidad. Lo más importante para mi es esmerarme, aspirar a trabajar mejor y aspirar a la excelencia. 

P. ¿Qué piensa cuando ve sus cuadros en el mercado secundario?

R. En principio no es agradable, como hijos míos que son los quiero, pero otros los querría para destruirlos. Aunque haya cuadros en subastas también estoy empezando a tener coleccionistas cada vez más jóvenes. Quizá sí que me arrepiento de algunos cuadros de los ochenta por haberlos pintado demasiado rápido. 

'Familia', 2024. Foto: Guillermo de Osma

P. Vamos con el mundo del cine.

R. Es inevitable que me preguntes por Pedro Almodóvar que, por otra parte, me hace una publicidad increíble, además de que aprecio mucho su trabajo. 

P. ¿Cuándo fue su primera colaboración con él?

R. Pues no lo recuerdo, Matador o La Flor de mi secreto... pero la primera importante fue Átame, ahí Pedro me encargó las cosas que el protagonista pintaba. Luego vino Kika, donde realicé los collages que creaba el protagonista, que era fotógrafo, también cuadros, objetos... En la última película, La habitación de al lado, ha sido un cuadro pequeño pero que está bastante presente, también me ha encargado un tatuaje de un personaje. Para Julieta me encargó una marina.

'En un lugar del cosmos', 2022. Foto: Guillermo de Osma

P. ¿Cual es la última exposición que ha visitado y la última película que ha visto?

R. Steinberg en la Fundación Juan March se la recomendaría a todo el mundo. Entretenidísima, muy divertida. Es un pintor que me ha gustado desde joven y respecto a las películas, veo cine antiguo Shohei Imamura, el director japonés que me parece increíble o de George Cukor, Les Girls (1957) que no la conocía. La última vez que ido al cine fue a ver La habitación de al lado, que me parece una película redonda, lograda en todos los sentidos. Perfecta, muy bella y delicada.