Image: Comillas: los arquitectos del futuro

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Arquitectura

Comillas: los arquitectos del futuro

25 julio, 2001 02:00

Edificio del Kursaal (San Sebastián), de Rafael Moneo

Palacio Sobrellanos. Comillas. Santander. Hasta el 2 de septiembre

La VI Bienal de Arquitectura Española, dirigida por el arquitecto Manuel de las Casas, ha reconocido la mejor arquitectura construida en el año 2000, destacando con la creación del premio Enric Miralles a los arquitectos emergentes, que en esta primera edición ha recaído en el Palacio de Congresos Euskalduna de Bilbao, obra reconocida internacionalmente de los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios. Igualmente se otorga el premio Manuel de la Dehesa al proyecto del Kursaal de San Sebastián del arquitecto Rafael Moneo, un nuevo reconocimiento a una obra magistral que ha merecido igualmente el premio Mies van der Rohe. Mención especial ha recibido en este certamen la intervención de los arquitectos Martínez Lapeña/Torres con las escaleras de la Granja (Toledo), una delicada y valiente incisión topográfica en la ladera de acceso al centro histórico de Toledo, así como la Planta de reciclaje de residuos urbanos en Madrid, obra de Abalos/Herreros/Jaramillo, magnífico ejemplo de instalación industrial configurada con parámetros medioambientales que se unifica bajo una gran cubierta verde inclinada y que se hace eco del carácter industrial del proceso así como de la ladera en la que se asienta. El Museo de Bellas Artes de Castellón de Tuñón/Mansilla, el aulario de la universidad de Alicante de García-Solera, la Biblioteca Central de la Universidad de Lugo de Noguerol/Díez y el edificio de viviendas en Amsterdam, obra de José Luis Mateo, centraron la discusión del jurado para distinguir los premios previamente descritos.

El conjunto de las obras seleccionadas se completa con la restauración de la Iglesia de San Lorenzo de Valquemada (Madrid) de Linazasoro, las viviendas en Lantejuela (Sevilla) de Sánchez Lara, el Museo del Vino de Alonso/Hernández y la Biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra, adecuación de un Depósito de Aguas proyectado por Clotet/Paricio. Todos los edificios mencionados hacen gala de una gran calidad arquitectónica como respuesta a distintos requerimientos urbanos y de programa en escalas edificatorias de considerable tamaño. El jurado de la Bienal ha valorado además pequeñas intervenciones en el paisaje, unidades residenciales y de infraestructura.

Destacan así la vivienda unifamiliar en Sevilla obra de Morales/Mariscal, el Cementerio de Finisterre (La Coruña) de Portela, la pasarela peatonal en Petrer (Alicante) de Pinós y el sutil pabellón del baño en Olot (Gerona) obra de los arquitectos Aranda/Pigem/Vilalta.

La mayoría de los proyectos seleccionados han sido construidos por arquitectos menores de 40 años, lo que augura un enorme porvenir a la Arquitectura española, intentando identificar, según comentan los miembros del jurado, la buena arquitectura coyuntural que viste un lugar de las obras que definen una época y de las que seguramente, alguna, esté presente en esta muestra.