Queipo de Llano
Ana Quevedo y Queipo de Llano
25 julio, 2001 02:00La biografía escrita por Ana Quevedo y Queipo de Llano, nieta del general, tiene un marcado carácter apologético y se le puede censurar la manera en que pasa por alto episodios como el de la represión en Sevilla o la virulencia escalofriante de algunas de las charlas radiofónicas emitidas por Queipo. Esas objeciones son justas, pero la obra tiene méritos innegables que la convertirán en referente obligado para trabajos futuros.
En primer lugar, Ana Quevedo reproduce una cuantiosa riqueza documental que convierte el libro en verdadera cantera de referencias. A esto debe añadirse que ha sabido recuperar períodos de enorme interés en la vida del general como son su distanciamiento progresivo de la monarquía, su apoyo a un proyecto republicano y su aversión creciente hacia la República hasta sumarse al alzamiento. En contra de lo que se ha afirmado muchas veces, la toma de Sevilla no sólo no fue un paseo militar sino que implicó un dominio de las cualidades de mando que hubieran podido concluir con el fracaso de otros. Después, Queipo se vio relegado a operaciones menores quizá porque Franco desconfiaba de su republicanismo y, cuando concluyó la guerra, recibió destinos desde donde no pudiera crear problemas al ya dictador. Ese alejamiento le ocasionó un sufrimiento que pudo contribuir a su muerte. Fallecía así un general notable, imbatido en el campo de batalla, que había fracasado en todos los proyectos políticos en los que intervino.