Image: Un museo para el   mañana

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Arquitectura

Un museo para el mañana

Se inaugura en Barcelona CaixaForum, nueva sede de la Colección de “la Caixa”

27 febrero, 2002 01:00

A la izqda., El mural realizado por Sol Lewitt. A la dcha., Richard Long: Círculo Catalán, 1986

La Fundación "la Caixa" ya tiene sede para su Colección de Arte Contemporáneo: el edificio barcelonés de Casaramona, la antigua fábrica textil de 1909, es desde hoy el techo que da cobijo a estos fondos. CaixaForum abre sus puertas con un centenar de obras de las ochocientas que forman la colección dirigida por María de Corral. El Cultural realiza un paseo por las nuevas salas de la mano de Lourdes Cirlot, a la vez que Antón García-Abril nos desvela los detalles de la restauración del complejo modernista.

En un magnífico espacio modernista de Puig i Cadafalch, ampliado y remodelado por Arata Isozaki puede contemplarse la exposición inaugural de CaixaForum. Se trata de una selección de obras pertenecientes a la Colección de Arte Contemporáneo Fundación "la Caixa", realizada por la directora de la misma, María de Corral.

La idea esencial de la muestra, que ocupa tres grandes salas expositivas, no sólo es dar a conocer algunas de las obras que configuran la colección, sino también llegar a proponer un sutil hilo conductor que permita relacionar todas y cada una de las manifestaciones artísticas.

Una de las tareas más apasionantes que pueden llevar a cabo los visitantes de una muestra artística estriba en descubrir aquellos aspectos que hacen que determinadas realizaciones que en un principio pudieran parecer muy distantes lleguen a poseer muchos puntos en común.

Así, por ejemplo, es evidente que las impactantes obras reunidas en la sala 2 tienen un nexo en común relacionado con la capacidad de sufrimiento del artista y con la capacidad de percibir el dolor del público. Desde el impresionante Espacio de dolor de Beuys hasta la pétrea instalación de Jannis Kounellis o desde la severa pintura con filamentos de hierro de Pepe Espaliú hasta los Archivos de Christian Boltansky, todo destila una angustia tal que el conjunto sería irrespirable si no se hubieran integrado en la misma sala obras como la de Katarina Fritsch o las de Peter Halley, que sólo con su intenso cromatismo se convierten en un antídoto de lo anterior. También la figuración de Gerhardt Richter o la ironía de Sherrie Levine palian los efectos de dolor.

En cualquier caso, la exposición sigue y en la sala 3 se recupera la respiración y el pulso vuelve a ser normal. En ella conviven pinturas como las de Miquel Barceló, Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Antoni Tàpies, Robert Mangold, Robert Ryman, Joan Hernández Pijuan, Julian Schnabel, Ferran García Sevilla o Sigmar Polke. Algunas de estas obras son matéricas y exaltadas, otras, en cambio, obedecen a un criterio de austeridad minimalista. Además, todas estas pinturas se ponen en contacto directo con una serie de instalaciones como las de Giovanni Anselmo, Mario Merz, Tony Cragg, Richard Long o con las esculturas de Juan Muñoz, Donald Judd y Susana Solano. El resultado no puede ser más enriquecedor. El diálogo va mostrando más caminos, nuevas posibilidades, otras interpretaciones... El espectador ya no se contenta con mirar. En definitiva, se está cumpliendo aquel pronóstico que de manera velada se estaba haciendo en la primera sala de la exposición, en la que se le ofrecían distintos tipos de obras como la videoproyección de Antonio Abad, la pintura sobre lana de Jorge Galindo, Pinocho en su casa de Paul McCarthy o una extraña Judith y Holofernes "sin título" de Cindy Sherman.

María de Corral ha hecho su propuesta en esta importante y significativa muestra inaugural y creo que ha acertado plenamente. Es indudable que el arte contemporáneo se beneficiará de los nuevos y variados planteamientos culturales de CaixaForum y por ello debemos congratularnos.

Lourdes CIRLOT


Restaurar Casaramona
El nuevo centro cultural de la Fundación "la Caixa" en Barcelona es un gran espacio concebido para acoger una amplia oferta cultural, social y educativa. Una intervención de Arata Isozaki culmina la historia de un edificio proyectado por Joseph Puig i Cadafalch (Mataró,1867-Barcelona,1913), y terminado en 1911. Situado al pie de la montaña de Montjuïc, se proyectó inicialmente como una fábrica textil encargada al arquitecto que, junto con Gaudí y Doménech i Montaner, lideraba el modernismo imperante en Cataluña.

La fábrica Casaramona, que debe su nombre al industrial que la erigió, exhibe sus fachadas de ladrillo visto y las bóvedas catalanas sustentadas sobre columnas de hierro fundido como culminación al período modernista del arquitecto. El edificio fue declarado Monumento Histórico de Interés Nacional en 1976, y el arquitecto especialista en restauración Francisco Javier Asarta devolvió su esplendor original a las amplias y luminosas naves. El arquitecto Roberto Luna con la colaboración de la ingeniería de Robert Brufau, ha proyectado una acertada rehabilitación que potencia los espacios originales e incrementa la superficie hasta un total de 12.000 metros cuadrados.

Arata Isozaki completa la singular historia del edificio con la incorporación de un grupo escultórico con forma arbórea que sostiene una gran marquesina de vidrio, un hito que protege y recibe a los visitantes. Igualmente, Sol LeWitt ha recibido el encargo de pintar un gran mural, uno de sus característicos wall drawings, que se incorpora al espacio del vestíbulo. CaixaForum propone una gran oferta cultural con grandes salas de exposiciones que albergará la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación "la Caixa", así como un amplio auditorio, una mediateca que da acceso al fondo de música y multimedia con la aplicación de tecnologías de nueva generación, y numerosos talleres y laboratorios de experimentación.