Arquitectura

Conciliación de contrarios

El estudio Entresitio estrena el Centro de Salud de San Blas

4 octubre, 2007 02:00

Centro de salud de San Blas

María Hurtado de Mendoza Wahrolén y César Jiménez de Tejada Benavides trabajan juntos desde que dejaron la escuela de arquitectura de Madrid, de la que son actualmente profesores, y refundan el estudio con el nombre de Entresitio, con la incorporación definitiva en el año 2003 de José María Hurtado de Mendoza Wahrolén. El estudio viene compitiendo desde hace años en los más concurridos y exigentes sectores del mercado arquitectónico, la edificación de viviendas y la arquitectura hospitalaria. Su currículo de obra construida dista mucho del de obra proyectada, lo que demuestra que son buenos competidores, pacientes e ilusionados con la arquitectura. Entresitio está construyendo en Madrid una torre de viviendas de veintidós plantas en el ensanche de Vallecas, y además son los responsables de la rehabilitación integral del pabellón de la Casa de Campo de Madrid. Todos los proyectos de Entresitio destacan por su rigor geométrico, por sus finas plantas claramente funcionales, por la rápida lectura de sus esquemas compositivos. Detrás de esta aparente y fácil geometría es donde esconden sus mejores argumentos con los que enlazar espacios simples en un complejo sistema.

Desde los esquemas residenciales a los difíciles juegos funcionales que exigen los centros de salud, el estudio se posiciona en dos líneas de trabajo ciertamente diferenciadas. Con la construcción del Centro de Salud de Minglanilla, en Cuenca, el primer edificio público del estudio, trabajan con formas de lenguaje próximo al racionalismo en un edificio de gran calidad. Pero abandonan inmediatamente esta cómoda posición en la búsqueda de un lenguaje más personal, asumiendo más riesgos, y considero que con mejores resultados. El Centro de Salud de Daimiel, en Ciudad Real, es un edificio igualmente exigente con su programa, pero trabajado con mayor libertad, donde conviven varias lecturas constructivas y compositivas, y donde la ambigöedad es el argumento con el que se esconden y asoman las distintas escalas del edificio. Se apoyan en el mundo de las veladuras, de la sugerencia, donde los fragmentos se desdibujan tras la piel y todo se esconde protegido por un velo metálico.

Frente a esta línea de trabajo, aparece el recientemente inaugurado Centro Municipal de Salud de San Blas, un organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid. En este último proyecto construido del estudio, han sido conscientes desde el inicio de diseñar un "edificio desubicado", implantado en un entorno poco relevante, rodeado de las viejas edificaciones del distrito de San Blas que ahora gozan de un urbanismo mucho más amable. "Para acentuar el valor espacial interior recurrimos a la lecorbuseriana idea de ‘conciliación de contrarios’. Se antepone la imagen hermética y pesada del exterior al espacio abierto y ligero del interior". Esta premisa del proyecto se desarrolla hasta el extremo de crear un sorprendente espacio fluido interior que se enfrenta a un contenedor opaco de hormigón. Todo el programa se desarrolla en una sola planta, que se articula insertando patios interiores que distribuyen las estancias públicas y privadas en un damero estructural, sorprendentemente luminoso e íntimo, donde la placidez de la secuencia de espacios que se conectan visualmente entre sí hacen olvidar el anodino entorno en el que se inscriben.

Entre la ligereza seductora de las pieles de Daimiel y el hermetismo volumétrico de San Blas está el sitio del prometedor equipo de jóvenes arquitectos, recientemente seleccionados como estudio "Design Vanguard 2007", por la prestigiosa publicación americana Architectural Record.