Image: Foreign Office, activos en España

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Arquitectura

Foreign Office, activos en España

Presentamos sus últimos trabajos, los más desconocidos, en España

29 noviembre, 2007 01:00

Centro de tecnología en La Rioja. Foto: Ramón Pratt

Alejandro Zaera y Farshid Moussavi forman Foreign Office Architects (FOA) en 1995. Inmediatamente alcanzan un gran éxito al ganar el concurso para la terminal del Puerto de Yokohama en Japon, e instalan su oficina en Londres, desde donde actualmente operan. FOA lanza su mirada a todo el mundo con la voluntad de desarrollar una oficina capaz de ofrecer proyectos arquitectónicos que van desde una propuesta conjunta en el concurso del World Trade Center en joint venture con un tropel de arquitectos de todo el mundo, hasta un pequeño auditorio en la ciudad de Torrevieja. Farshid es profesora en Harvard y Alejandro es decano en el Berlage Institute en Rotterdam.

Tras una etapa inicial en la que protegieron todos sus proyectos bajo un paraguas intelectual, situando sus acciones dentro del imperante contexto de divulgación ideológica, han decidido recientemente, o así las circunstancias les han invitado, a pasar directamente a la acción constructora. Y es en este entorno donde las ideas se tornan en verdad o falacia. FOA anda actualmente más preocupado por la relación entre naturaleza, paisaje y tecnología, que en la transformación de conceptos trasplantados del pensamiento filosófico en acciones arquitectónicas. Debe ser éste su esprit nouveau. Y en esta nueva oleada de arquitecturas que recogen la voluntad de representar la mimetización y fusión de la arquitectura con recursos formales y materiales del ámbito paisajístico, FOA vuelve a destacar con sus proyectos. El pensamiento global exige la estandarización de las ideas diluidas en una conciencia vasta y contextualizada.

Dentro de la amplia cartera de proyectos que actualmente desarrolla el estudio, analizamos en este texto los más recientes construidos en España. Son obras de pequeño formato, con programas habituales -viviendas de protección y oficinas-. Las viviendas de Carabanchel tenían como reto superar las limitaciones normativas con una propuesta contundente. Plantea FOA detectar, frente a la personalización de las viviendas, propia de contextos urbanos de menor escala, el deseo de anonimato en la vivienda de las grandes urbes. Y todo el trasfondo de necesidad cultural de hibridar los sistemas arquitectónicos con el mundo natural, vegetal en este caso, lo resuelve con una elegante celosía en persianilla que cada vecino abre y cierra a voluntad, alterando así las facciones del contenedor residencial por las acciones de cada usuario. Esta piel vegetal se construye con el popular cañizo, que protege del sol sin crear una total oscuridad ni opacidad. Inteligente y atractiva solución, efímera como la cultura contemporánea y mutante como el carácter de los vecinos.

En La Rioja, y en un entorno urbano a medio camino entre el campo y la ciudad, FOA propone un edificio que pretende crear un espacio urbano. El Centro de Tecnología resuelve un programa de oficinas destinadas a la investigación en las afueras de Logroño, al borde del río Iregua. La cubierta del edificio recrea una ribera contemplativa sobre el paisaje a modo de paseo que transita sobre el edificio. La respuesta topográfica se completa con unas formas lineales que se elevan sobre el nivel de crecida del rio, apoyándose suavemente en los desmontes del jardín, y camuflándose por un sistema de cables que le protegerán del soleamiento, entre cuyos nudos se enredan las fibras de vegetación. Tecnologí a y entorno se confunden en un paisaje de figuras arquitectónicas. Alejandro Zaera y Farshid Moussavi arrancaron FOA con un trabajo de especulación que tuvo una enorme trascendencia, más tarde materializado en su primera obra en Japon. Su labor constructora demuestra la validez de sus postulados y su enorme capacidad para gestionar su producción en el duro contexto internacional.