Image: En los espacios intermedios

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Arquitectura

En los espacios intermedios

El estudio dosmasuno estrena viviendas en Carabanchel

17 enero, 2008 01:00

Viviendas para la EMV en Carabanchel, Madrid

Ignacio Borrego, Néstor Montenegro y Lina Toro forman dosmasuno arquitectos. Posiblemente sea uno de los estudios de arquitectos jóvenes más relevantes en el panorama arquitectónico nacional. Concurso en el que se presentan "mojan", como se suele decir en el mundillo cuando se obtiene algún premio o accésit. Su nombre, dosmasuno, forma una nueva palabra, una unidad, donde se suman los significados de las palabras que lo forman. Arquitectos despiertos a todo cuanto acontece, son capaces de incorporar en sus proyectos el rigor y la seriedad de lo existente con lo nuevo, de aprender tanto de la arquitectura de Asplund como de la desenfadada arquitectura holandesa; de leer a Le Corbusier como de interesarse por Humberto Eco o de hablar de las escalas del hábitat y de las necesidades energéticas de la construcción de una ciudad.

Así ganan el concurso para la Biblioteca Central y Museo de la Universidad de Alcalá proponiendo unos interminables e infinitos muros de libros entre los que se sitúan espacios transparentes de unos muros a otros, apoyados en ellos, salvando las "crujías de aire" y rodeados de un ambiente de luz homogénea cenital que llega desde la cubierta. Estos grandes muros de libros se entiende como una gran jaula de acero, el material con el que se construye, sobre el que apoyan pasarelas y volúmenes.

En las viviendas para la EMV en Madrid situadas en Carabanchel, lejos de la solución casi artesanal y llena de poética de la biblioteca de Alcalá, proponen una construcción que responde a una necesidad de optimización industrial que facilite la puesta en obra, anule los escombros que aparecen en el proceso constructivo y acelere los plazos de ejecución. Se hace inevitable comparar estas viviendas con las levantadas hace diez años en ámsterdam por los jóvenes holandeses de MVRDV, donde unos grandes voladizos hacen que parte de las viviendas queden literalmente suspendidas en el aire, flotando sobre los espacios públicos y creando interesantes relaciones de visión diagonales y transversales, en el caso de los holandeses, gracias a la apertura de huecos en las fachadas laterales, que no se producen en las viviendas de Carabanchel al disponer todos los huecos en su frente. Quizás sea éste el aspecto más dudoso del proyecto: no aprovechar esa situación transversal que otorga el hecho de despegarte de la fachada, sin olvidar que en España hacer viviendas protegidas de esta calidad es digno de elogio y más cuando se trata de unas viviendas atrevidas arquitectónicamente hablando y realizadas con presupuestos muy ajustados.

Estos dos proyectos son resultado de la disgregación de las piezas que forman su propuesta en el concurso "Javier Morales" para la construcción de un hotel en Villaverde, donde los dos volúmenes paralelos de habitaciones son los grandes muros de libros, la separación entre ellos se convierte en el gran vacío de la biblioteca, y los volúmenes trasversales que a diferentes alturas van cruzando dicho vacío se convierten en las pasarelas de la biblioteca y en el voladizo de las viviendas de Carabanchel al sobrepasar la fachada.

De nuevo en las viviendas de Vallecas proponen un sistema combinatorio, esta vez de unas piezas sobre otras, donde se establece -según sus palabras- una transición entre la ciudad más pública y el jardín más privado en el que tengan cabida otra serie de espacios intermedios que se convierten así en un colchón entre la vía pública y la vivienda privada.

Parece que en sus proyectos, en estos mencionados como en tantos otros realizados en su trayectoria profesional (concursos Europan, concurso para la ordenación del Campus de la Justicia de Madrid) estos arquitectos se sienten cómodos en los espacios que dejan los volúmenes entre sí, en los espacios intermedios que se crean por suma de elementos y que dan como resultado una nueva palabra llena de significado.

Ignacio Borrego, Néstor Montenegro y Lina Toro combinan la docencia en la ETSAM y en la UCJC de Madrid con la práctica profesional en la que destacan los premios obtenidos en los concursos públicos de la Biblioteca y Museo de la Universidad de Alcalá de Henares, 102 viviendas en Carabanchel y 17 viviendas en Vallecas para la EMVS. Son directores de la revista Arquitectos del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.