Despuntar como pintor en el Flandes del siglo XV no debió ser tarea fácil, a la sombra creativa de grandes figuras como Jan Van Eyck o Rogier van der Weyden. Sin embargo, albergó otros importantes creadores coetáneos que contribuyeron al esplendor de la escuela flamenca.
Este es el caso de Dieric Bouts (ca. 1410-1475) al que se le considera uno de los maestros flamencos más importantes. Quizá también uno de los más enigmáticos y singulares. Se le llegó a denominar “el pintor del silencio”. Bouts pasó casi toda su vida en Lovaina, donde se le otorgó el título de pintor de la ciudad en 1472.
Fue en aquella efervescente ciudad, gloriosa capital cultural de la época con su recién estrenada universidad, donde produjo la mayoría de su obra. Y actualmente sigue ligado a esta población ya que dos de sus más importantes trípticos aún se conservan en el simbólico lugar para el que fueron concebidos: la Iglesia de San Pedro.
Se le llegó a denominar “el pintor del silencio”. Bouts pasó casi toda su vida en Lovaina, donde se le otorgó el título de pintor de la ciudad en 1472
Dos retablos que evidencian el virtuosismo del artista. La Última Cena, con un uso revolucionario de la perspectiva, y El Martirio de San Erasmo, un poderoso y detallista dominio del retrato y del paisaje.
Parece lógico pues que la capital del Brabante Flamenco quiera gratificar a este genio con un homenaje en forma de festival. Desde finales del pasado septiembre hasta mediados de enero del 2024 New Horizons - Dieric Bouts Festival inunda las calles, museos y otros puntos de interés de la localidad.
[Más allá de la máscara: 75 años sin James Ensor]
Sin duda la piedra angular del festival es la exposición Dieric Bouts-Creator of Images organizada por el M-Museum, la retrospectiva más grande del creador hasta el momento. En total, una treintena de obras gracias a una red de préstamos internacionales, varios procedentes de España, como es el caso del Tríptico de Granada.
Y no solo se distingue esta muestra por su amplio catálogo, sino también por su innovador acercamiento a la figura de Bouts. A partir de ahí, el M-Museum propone una radical aproximación a la cultura visual actual propiciando un interesante careo con creadores de imágenes contemporáneos. Pero la apuesta de Lovaina por acercar la influencia de Bouts no se queda simplemente en el M-Museum.
[Creación de muchos quilates en Amberes]
El ambicioso programa del New Horizons ofrece una serie de eventos de distintas disciplinas como la música, la performance o las lecturas. Conviene pues recorrer las calles de la ciudad, disfrutarla, y descubrir estas propuestas culturales. Para ello hay planeada una atractiva oferta de visitas guiadas.
Se puede recorrer las calles empedradas del casco histórico. O seguirle el rastro a otros ilustres habitantes de la localidad que contribuyeron a expandir el conocimiento, como el geógrafo y cartógrafo Gerardo Mercator o el lingüista y humanista Nicolás Clenardo. También es posible optar por un recorrido de street art, o ir de ruta gastronómica. Todo con el objetivo de expandir horizontes, como lo hizo Bouts hace quinientos años.
[Flandes: más arte, más historia, más excelencia]
La Biblioteca de la Universidad de Lovaina nos presenta otra exposición con un enfoque muy contemporáneo: (Un)chained Knowledge Fake News, Censorship, and Information around 1500 and Today. La Universidad enfrenta a Bouts y su contexto con las fake news y la censura. En este viaje de ida y vuelta al siglo XV no faltan los valiosos objetos antiguos, pero puestos en diálogo con vanguardistas recursos tecnológicos.
La Última Cena, la joya más icónica de Lovaina, se muda temporalmente al M-Museum para la exhibición DIERIC BOUTS. Creator of images. Sin embargo, la casa que normalmente la aloja, la iglesia de San Pedro, no se quedará vacía. La instalación multimedia The Migration of the Wings ocupa el lugar del tríptico. Esta creación de la estadounidense Jill Magid sigue los movimientos y desventuras del Retablo del Santo Sacramento, del cual La Última Cena es el panel central.
La cita es la excusa perfecta para visitar este otoño el imponente ayuntamiento lovaniense. Este ornamentado edificio de estilo gótico brabantino tardío es el escenario de Bouts and beyond, una muestra en torno a las relaciones del maestro con el gobierno del municipio. La exposición es también un valioso artefacto historiográfico. Los documentos de archivo y los recursos audiovisuales aquí presentados nos hablan de las personalidades y tramas de aquella Lovaina.
Pero no todo va de arte visual en New Horizons-Dieric Bouts Fest. La intención es proponer nuevos horizontes a la manera que Bouts lo hizo hace cinco siglos. El M-Museum, por ejemplo, invita al colectivo Veduta, afincado entre Lovaina y Bruselas, a comisariar Portraits #4. Si nos queremos mantener en el lado más vanguardista sin duda tenemos que ver la contribución de STUK al programa.
El centro de danza y audiovisual presenta Ocean of Sound. Esta nueva tecnología permite experiencias inmersivas tomando el sonido espacial como medio creativo. Emulando la pericia de Bouts en la plasmación de la perspectiva en la pintura hace cinco siglos.
¿Y qué mejor que volver a la Iglesia de San Pedro, hogar de la fascinante La Última Cena, para deleitarnos con las notas y melodías que debieron ascender hasta sus cúpulas góticas quinientos años atrás? El 9 de noviembre, en la cita Music in Dieric Bouts’day, los ensembles Oltremontano, Cappella Pratensis y Diskantores interpretarán un repertorio repleto de polifonía y sobrios cantos gregorianos. La música y la arquitectura nos transportarán a la Lovaina del siglo XV, pero a la vez quizá nos abrirán los ojos a esos nuevos horizontes que esta ciudad y Bouts hoy nos plantean.
El ‘Tríptico de Granada’
El día 28 del pasado mes de junio llegó el Tríptico de la Pasión a Lovaina, lugar en el que fue concebido por Bouts. Tras más 500 años en Granada, vuelve a la ciudad flamenca para ser expuesto en Dieric Bouts-Creador de Imágenes.
El tríptico es la joya de la colección de la Capilla Real granadina, donde se encuentra el sepulcro de los Reyes Católicos. Pintado entre 1450 y 1458 está formado por tres paneles: el central muestra la escena del Descendimiento, con la Crucifixión en el izquierdo y la Resurrección en el derecho.
Durante la exposición en el M-Museum se podrá ver por primera vez el retablo en compañía de otras obras maestras del pintor como la magnificente La Última Cena, El Cristo de los Dolores o El Martirio de San Erasmo. Junto a ellas se expondrá otra pieza que también se ausentará temporalmente de la Capilla Real; Virgen con el niño y cuatro ángeles (circa 1468).
En realidad, el retablo permanecerá en préstamo hasta finales del 2026, cuando se culminarán los trabajos de su restauración. Dicha restauración es una condición básica del préstamo y se llevará a cabo por los expertos del Instituto Real de Patrimonio Artístico de Bélgica, KIK-IRPA.
Este centro es referencia internacional en la renovación de la pintura flamenca del siglo XV. Posteriormente, algunas piezas se mantendrán en el museo para Bouts Studio, muestra que se centrará en la investigación y restauración de obras maestras.