Exposiciones

Catalá-Roca, una nueva mirada

17 mayo, 2000 02:00

"Baecelona", 1948

Fundación Joan Miró. Parque de Montjöic. Barcelona. Hasta el 2 de julio

En los manuales y en las primeras aproximaciones, Francesc Català-Roca (Valls, 1922-Barcelona, 1998) pasa por ser uno de los fotógrafos más significativos del fotoperiodismo español entre la posguerra y los años ochenta. Trabajó para revistas como Destino, Triunfo o Gaceta Ilustrada; desde finales de los cincuenta realiza reportajes por toda España para las campañas de promoción turística institucionales; ilustró libros, entre otros los dedicados a la artesanía americana, y colaboró con artistas e intelectuales como Chillida, Dalí, Miró, etcétera. En este sentido la Fundación Joan Miró rinde un homenaje al fotógrafo con el cual se siente afectivamente vinculada en el marco del 25 aniversario de su creación.

Francesc Català-Roca es hijo de otro gran fotógrafo, Pere Català Pic, uno de los pioneros de la fotografía de vanguardia y a la vez uno de los iniciadores de la fotografía publicitaria. Sin embargo Francesc Català-Roca posee un concepto diferente de fotografía: el fotoperiodismo, y parece renunciar a la idea de la fotografía como arte o autoexpresión. Más aún, Francesc Català-Roca se ha calificado como un fotoperiodista neorrealista, una posición resulta del inicio de su trayectoria como fotógrafo, en el contexto de la postguerra con el gran prestigio de los reporteros de guerra y la consolidación del reportaje; es el momento de los fotógrafos identificados con la fotografía documento: Robert Capa, W. Eugene Smith, Cartier-Bresson, etcétera.

Pero calificar a Francesc Català-Roca como neorrealista, como simple fotógrafo documental, es una verdad a medias que lo traiciona y oculta su verdadero significado. Hay algo más. Francesc Català-Roca no se limita a captar la realidad, no es un simple testigo frío y objetivo, sino que aporta un punto de vista, una actitud, una mirada. Y precisamente esta, digamos, perspectiva es lo que define su fotografía.

Francesc Català-Roca no responde a la idea de la fotografía como simple documento porque no concibe la fotografía como instantánea. él mismo explicaba que disparaba muy pocas fotografías porque de alguna manera la fotografía ya estaba concebida en su mente. Cuando realizaba una fotografía sabía a priori la imagen que obtendría: "yo las fotografías las veo antes de hacerlas". Esto significa que detrás de Francesc Català-Roca existe un pensamiento, un sistema, una intención, una forma de mirar. En este caso, la fotografía ni es fortuita, ni es un simple documento, es la construcción del fotógrafo.

Ahora bien, ¿en qué consiste esta forma de mirar? él mismo cuenta que las fotografías han de tener una dimensión narrativa. Una fotografía -según el artista- ha de "explicar" de la misma manera, aunque en un registro diferente, que la escritura. La fotografía descubre muchos matices y detalles, lleva implícita una historia, nos hace tomar conciencia. En cierta ocasión el fotógrafo señaló que le interesaba la naturaleza humana, este es el mundo de Francesc Català Roca. Un mundo que con el paso del tiempo gana cada vez más, porque la fotografía se enriquece en contenido con el envejecimiento.

Pero existen otras muchas cosas. El ojo de Francesc Català-Roca es un ojo sabio, maduro, formado visualmente hablando, por eso su fotografía siempre posee un gran sentido y control de la forma y la composición. El ojo de Francesc Català-Roca es un ojo profundamente estético, su fotografía hace belleza de la fotografía; la suya es una fotografía que transforma las cosas más simples y cotidianas en imágenes contundentes y articuladas

Hay además en Català-Roca una sensibilidad muy particular que no sabríamos cómo definir: un saber ver más allá del tópico, una mirada humanista y optimista, una expresión personal, un sentido del humor, un no sé qué de transparencia y opacidad a la vez... A falta de una explicación mejor, diríamos que la mirada de Francesc Català-Roca es inesperada, insólita en lo habitual, curiosamente en una fotografía que se ha calificado como testimonio y documento. Hay que saber mirar.