'Miradas que comunican', la exposición en la que la tecnología se vuelve arte
La Fundación Telefónica continúa celebrando el centenario de la compañía con los trabajos de seis artistas de renombre de diferentes disciplinas.
11 junio, 2024 01:44Un vistazo a toda la tecnología que dejamos atrás nos devuelve el reflejo de nuestra propia historia, nuestra evolución como conjunto social. Eso nos invita a pensar Miradas que comunican, la tercera exposición que nos ofrece la Fundación Telefónica en el contexto del aniversario por los cien años de la empresa de telecomunicación española.
Lo hace a través de la mirada de seis creadores de distintos campos artísticos. La artista multidisciplinar Eugènia Balcells, el colectivo sonoro experimental Cabosanroque, el artista visual Daniel Canogar, el director artístico de La Fura dels Baus Pep Gatell y la cineasta Nuria Giménez nos traen nuevos trabajos realizados exprofeso para la ocasión, utilizando como materia prima el patrimonio tecnológico conservado por la fundación. Completa el conjunto Conversaciones telefónicas, la pieza que el murciano Isidoro Valcárcel Medina compuso en 1973 con el solo uso de su teléfono doméstico recién instalado.
La exposición, que tiene lugar en la cuarta planta del espacio Fundación Telefónica, estará abierta al público de manera gratuita desde el 11 de junio hasta el 12 de enero de 2025. En ella, y en palabras de Pablo Gonzalo, responsable de conocimiento y cultura digital en la Fundación Telefónica, buscan "una mirada no endogámica, externa, desde fuera, para interpretar una historia no de la compañía, sino de todos nosotros, de cómo hemos podido vivir el desarrollo de la comunicación en este último siglo".
"La confluencia entre arte y tecnología es natural. Esa unión sirve para impulsar conceptos originales y revolucionarios", afirma Maria Brancós, jefa de exposiciones y colecciones de la Fundación Telefónica. Recurriendo a las miradas de artistas de primer orden, buscan explorar nuevos significados a partir de un pasado tecnológico en permanente reactualización en el que la obsolescencia ha sido un riesgo permanente y, más aún, una realidad.
En esta nueva exposición, estos seis importantes artistas han recurrido a todo el material histórico conservado por la fundación para traer propuestas en las que buscan repensar y sacar a relucir la complejidad del recorrido tecnológico que la sociedad ha atravesado en este último siglo. Para ello, realizaron un "verdadero trabajo arqueológico", como deja ver el artista Pep Gatell, que detalla la aventura que supuso explorar los tres enormes almacenes con los que cuenta la Fundación Telefónica para conservar todo el patrimonio que han puesto a disposición de los artistas.
Los vasos comunicantes que nos conectaron
La exposición da comienzo con COMUNIC4NDO, la propuesta de Pep Gatell, cofundador y director artístico de la Fura dels Baus y presidente de la Fundación Épica. Se trata de una instalación escenográfica dividida en tres actos.
La primera parte está formada por una serie de postes y tendidos eléctricos que, dice el artista, "forma parte de nuestro espacio memorístico, del páramo que todos recordamos pero ya no le damos importancia". Inmediatamente después se encuentra un transmisor de onda corta, que sirvió para comunicarse con los países americanos hasta 1968. Por último, el trabajo de Gatell culmina con un homenaje a los equipos de conmutación que sustituyeron en su día a las teleoperadoras, en el que vemos girar en torno a él una serie de piezas que, normalmente, se encuentran en su interior.
Una vez se abandona la obra del director artístico de la famosa compañía teatral, se da paso a El hilo conductor, una instalación en la que se plantea una confluencia entre la divulgación científica y el espíritu artístico para que, de tal forma, aflore una experiencia estética diferente.
Su autora, Eugènia Balcells, tiene un largo historial de experimentación con la tecnología y el fenómeno audiovisual que se remonta a la década de los 70. En esta ocasión, la artista se ha servido del cableado de cobre dispuesto por la fundación para crear diferentes imágenes escultóricas que, junto a unos efectos de luz y sombras, llenan por completo la sala.
Politonos es el título de la propuesta traída por Cabosanroque, el grupo experimental compuesto por Laia Torrents y Roger Aixut. La obra de este dúo se caracteriza por una convivencia de música, artes visuales y teatro, rebasando los límites de las diferentes categorías artísticas.
En esta pieza, Cabosanroque ha reunido cerca de 250 terminales telefónicas de distintas generaciones con el objetivo de crear una especie de orquesta que reproduzca una melodía de alrededor de quince minutos de duración. De tal forma, el dúo busca exprimir las posibilidades que ofrecen los teléfonos, que han sido un elemento central en los hogares, además de un icono cultural.
Nuria Giménez es la autora de Diálogos en el tiempo, cuarta parte del circuito de la exposición. En ella, la directora de My mexican Bretzel (2019), que se caracteriza en el conjunto de su obra por sus enfoques intimistas y experimentales, ha buceado en el archivo audiovisual conservado por la Fundación Telefónica para recuperar cinco grabaciones de distintas etapas que reproduce en su obra a modo de díptico junto a otras tantas piezas de la misma época.
Gracias a estas combinaciones, la cineasta crea un efecto poético a través de la sincronía entre las dos pantallas. El diálogo que se establece logra, como resultado, una nueva narrativa visual diferente a los dos originales.
La producción artística de Daniel Canogar se caracteriza por una cierta democratización del arte. Han sido muchos los trabajos del artista que han tenido como uno de sus pilares la necesidad de alcanzar el máximo número posible de espectadores, como es el caso de Scrawl, las proyecciones que realizó sobre el Museo Reina Sofía en 2023.
Por este esfuerzo de comunicación que supone el conjunto de su obra es por lo que no sorprende ver al creador madrileño participando en una exposición en la que este fenómeno es el protagonista. Con su trabajo Intervalos recurre a una enorme maraña de cables y a un aparato llamado repartidor para, junto a un efecto lumínico, generar un efecto de flujo de información que imita la transmisión neuronal. De tal manera, Canogar y su equipo consiguen reconfigurar la percepción del sistema de cableado como un organismo vivo equivalente a nuestro sistema nervioso.
La exposición culmina con Conversaciones telefónicas, obra creada por el célebre Isidoro Valcárcel Medina en 1973. En ella, el artista ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) se propuso hace ya más de cincuenta años llamar a ochenta números de teléfono aleatorios desde su teléfono recién instalado. El objetivo no era otro que compartir su nuevo número de teléfono, lo que, evidentemente, fue motivo de confusión para aquellos que recibían la llamada.
Con esta llamativa y original obra, Valcárcel logró crear una propuesta artística a través del uso de un objeto que se estaba volviendo cotidiano en la sociedad española de aquel entonces, proporcionándole, además, un bagaje poético.