Image: Bienvenidos a Basuralandia

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Exposiciones

Bienvenidos a Basuralandia

5 junio, 2003 02:00

Margaret Keane: Love makes a world of difference, 1992. Óleo sobre tela

Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Montalegre, 5. Barcelona. Hasta el 31 de agosto

¿De qué trata la muestra Cultura basura? Yo la veo como un laberinto de materiales muy heterogéneos, incluso con sentidos antagónicos y contradictorios. No sabría decir de qué habla la exposición -o, mejor, cuál es su intención- si no fuera porque previamente conozco alguno de los textos del comisario, Jordi Costa (no exentos de interés, por cierto). A pesar de que la exposición parezca una traca de efectos y de lo que pueda dar a entender el título, Jordi Costa reivindica una dimensión "cultural" y humanista del subproducto. éste es su mensaje.

La reivindicación de la cultura basura viene de lejos. En los 60, Susan Sontag ya reclamaba una mirada creativa a la marginalidad cultural que seguramente le resulte familiar a Jordi Costa. éste habla de la celebración del error, de la torpeza, de lo aberrante... Pero aunque se trata de la inversión de los presupuestos de belleza tradicionales, su posición no dista de la del esteta frente al arte, se trata del mismo tipo de fascinación, aunque se proyecte en otra dirección. Y esto es así porque el esteta de la basura se dirige al subproducto con la distancia necesaria para liberarse de toda lectura moral y estimular lo gracioso, lo divertido, la fantasía, lo delirante, el espectáculo... Sin esta distancia no sería posible el deleite, ni se podría soportar la banalidad. Es como ese turista que viaja a paises depauperados y observa la miseria como algo folklórico, un gran espectáculo digno de fotografiarse. Lo vulgar se transforma en algo fantástico en la medida en que se crea una distancia que permite recrearlo y pensarlo de otra manera. La reivindicación de la cultura basura está relacionada con el surrealismo. Cuando Breton entraba en un cine con la sesión comenzada y salía a los cinco minutos, proponía una actitud, un método que será el reivindicado por el flaneur de la basura cultural: el mundo como una parte descontextualizada. Breton reinterpretaba el fragmento al margen del relato, así, aquel segmento fuera de toda lógica argumental aparecía como algo maravilloso. éste es el procedimiento de reivindicación de la cultura basura, con todas sus posibilidades y límites.

La reflexión va mucho más lejos, y de ahí pueden derivar muchas consecuencias, pero se trata de explicar esquemáticamente el sentido de la cultura basura según determinados textos al uso. Ahora bien, nos tenemos que preguntar el porqué del desajuste entre las intenciones y el resultado de la exposición ¿Acaso la reflexión es tan débil que no resiste la traducción a otro medio? ¿Es la presión de la institución la que distorsiona el discurso? O, más aún, ¿por qué se han obviado temas tan importantes de la cultura basura como es el porno? En fin, me asaltan muchas preguntas. Pero yo no sé si éste es el espacio adecuado para formularlas. Quien esto escribe, como aquel espectador que entra y sale de una sala de cine, tan sólo puede hacer análisis de piezas sueltas -segmentos- de un puzzle, un puzzle informe e inabarcable llamado cultura. En esta cultura surrealizada estamos todos implicados, instituciones, actores y espectadores.