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Image: Subliminales Mauricio Dias y Walter Riedweg
Subliminales Mauricio Dias y Walter Riedweg
Still de la obra Deus é Boca, 2002
Mauricio Dias (Rio de Janeiro, 1964) y Walter Riedweg (Lucerna, 1955) trabajan conjuntamente desde 1993. Su obra pluridisciplinar se centra en la reflexión social. Uno de los aspectos más significativos es la apuesta por nuevas formas de desarrollar una problemática social. Su obra, difundida en certámenes inter- nacionales, se presenta ahora en el MACBA, que les ha encargado y producido una de las videoinstalaciones
Sin embargo, después de las primeras videoinstalciones, siguiendo el itinerario de la exhibición, se introduce una problemática, digamos, política o de compromiso social. Aquella manera de narrar extremadamente simbólica, que introducía elementos metafísicos, disonancias, ambigöedades, se utiliza para explicar y denunciar procesos o situaciones de conflicto social.
Yo no sé qué es lo que esto significa. Naturalmente, valoro positivamente la intención que creo adivinar en ellos de buscar un nuevo lenguaje para aproximarse a las problemáticas sociales. Desde siempre, en arte, se han criticado los discursos con sensibilidad social por ser estrictamente informativos. En este sentido, la propuesta de Dias & Riedweg es la estricta inversión -o el intento de superación- del mensaje simplemente informativo. Pero yo me pregunto qué es lo que se añade de más a este mensaje informativo y por qué.
Posiblemente Dias & Riedweg no sean del todo conscientes, pero yo observo unos mensajes subliminales en su propio planteamiento, aspectos que escapan a los mismos artistas pero que en cambio se contemplan -o mejor se intuyen- desde el exterior. En este sentido me parece muy significativo su utilización de un gran aparato pirotécnico de efectos y pantallas múltiples ¿Acaso no es ésta la más pura expresión de un calidoscopio o un espejismo? Yo no puedo dejar de ver el trabajo de Dias & Riedweg como una imagen alucinada. Más aún, se trata de una imagen ciega que en su negación proyecta delirios. Es muy significativo que una de sus videoinstalaciones esté dedicada, con todas sus matizaciones, a la ceguera, Bello é também aquilo que nâo foi visto. ¿ nos están hablando de la imposibilidad de interpretar el conflicto social y de la dificultad del discurso político?
Otro aspecto significativo: las máscaras. La última videoinstalación, Voracidad máxima, consiste básicamente en una serie de entrevistas a "chaperos". Se aclara que éstos, para salvaguardar su anonimato, utilizan máscaras, pero son máscaras horrendas que reproducen las facciones de los artistas. Esta máscara es como un rostro deformante de los mismos artistas: cuando Dias hace la entrevista a un "chapero", éste lleva puesta la máscara de Dias y cuando la hace Riedweg, su interlocutor lleva la que reproduce su rostro. Más allá, de las historias de estas personas, intuyo que el juego de espejos y disfraces expresa algo muy enfermizo y contradictorio. Un juego de máscaras es algo oscuro, aunque no se sepa explicar de qué se trata exactamente. Dias & Riedweg me interesan por aquello que escoden.