Alberto Sánchez
Sin título, 2004
Alberto Sánchez (Madrid, 1963) conjuga a la perfección algunos de los postulados que siempre han animado a la pintura representativa. Por un lado el rigor compositivo, la estructura perfecta de una idea bellamente desarrollada; por otro, el fresco desenlace de un concepto que desentraña realidades presentidas. Además, el autor manifiesta un claro juego de intenciones: el papel desempeñado por la mujer en la sociedad, su característico rol social, indiscutible y contradictorio. La exposición, primera que realiza este pintor con el dibujo mostrando su determinante posición, nos presenta tres diferentes realidades dibujísticas. En primer lugar, una colección de bocetos para futuras obras de gran formato en los que se recrea, con particular minuciosidad, una realidad jocosamente interpretada, dejando constancia, sin ambajes, de los elementos que componen la arquitectura pictórica. El autor desdramatiza aquí el desarrollo artístico y objetiviza las unidades compositivas de la pintura. Al mismo tiempo, nos encontramos con un conjunto de bellas imágenes protagonizadas por una figura femenina resplandeciente que actúa en un escenario inmediato: la galería de arte. La mujer, glamurosa, de inquietante espectacularidad, está representada con objetos habituales en los montajes artísticos. Aparece midiendo, con un taladro, nivelando las obras, hechos todos extraídos de una realidad que contrapone esencialmente la visión característica de lo artístico como algo lleno de lujo y elegancia con la propia verdad intrínseca de ese hecho inmediato. Alberto Sánchez manipula los elementos, juega con los recursos, se adentra en un escenario ambiguo y logra conjugar una realidad de infinitos perfiles. La exposición nos conduce por una figuración excelsa, llena de encantos, con la representación marcando un hecho que deja en suspenso la realidad cercana para abrir nuevas perspectivas.