Image: Antoni Abad y la chispa de la ilusión

Image: Antoni Abad y la chispa de la ilusión

Exposiciones

Antoni Abad y la chispa de la ilusión

Canal Gitano

27 enero, 2005 01:00

Canal Gitano, 2005. Proyecto de telefonía movil e internet

Comisaria: Gloria Picazo. Centro de Arte La Panera. Plaza de La Panera, 2. Lérida. Hasta el 27 de marzo

Esta exposición resume la trayectoria de Antoni Abad desde 1994, cuando empieza a trabajar con proyecciones y medios electrónicos. La muestra posee dos partes diferenciadas: por un lado, sus vídeo-instalaciones, localizadas en la planta baja del edificio, y por otro, sus últimos trabajos relacionados con internet, en el piso superior.

La planta inferior de La Panera está destinada, decía antes, a sus vídeo-instalaciones. Se trata de un inmenso espacio a oscuras en el que, aquí y allá, van surgiendo, como puntos de luz, las proyecciones de los vídeos. Habíamos visto en alguna ocasión estos trabajos de una manera dispersa, pero no éramos conscientes de su autentica dimensión. Ahora, presentados en conjunto, y con este microclima de luces y sombras se comprende su alcance. Se trata de un mundo estremecedoramente poético: son imágenes elementales o arquetípicas en las que el artista retrata sus deseos, miedos u obsesiones... Pero ante todo son imágenes-símbolo de una particular intensidad.

La parte superior se dedica a los trabajos de net-art. El último es Canal Gitano, un proyecto de telefonía móvil e internet. Abad lo ensayó previamente con el desprestigiado colectivo de taxistas de México. Ahora lo realiza con el sector gitano de Lleida. Según Abad se trata de dar "voz y visibilidad" a aquellos círculos marginados. Muy esquemáticamente, la idea es facilitar una serie de teléfonos de última generación con cámara integrada para que esta comunidad exprese sin filtros su propia realidad cotidiana, aunque con anterioridad, en reuniones periódicas, se han pactado los contenidos y se va siguiendo el proceso.

¿Cuál es el resultado? Por el momento, el colectivo gitano ha respondido con entusiasmo. Y eso es así porque este proyecto es un acto de afirmación. Internet ha permitido expresar y dar una imagen de la identidad gitana. Canal Gitano responde a aquella idea naif de internet como una tierra prometida de libertad y autoexpresión... Se puede discutir si se trata de una espejismo, pero lo que importa es que la comunidad gitana ha creído en ello, sea o no una ficción.

La pregunta es si existen otros mensajes más allá de esta autoafirmación. Se vierten canciones, vídeos, conversaciones, fotografías... en la página web. ¿Esto articula un discurso? Más bien diría que se trata de un flujo o una acumulación de imágenes. Un equipo de sociólogos está trabajando también en el proyecto; tal vez nos presenten sus conclusiones. Pero por ahora estas imágenes se engarzan de una manera mecánica o pasiva. No hay una mirada artística que las ordene. Se trata de una práctica acumulativa, como si Abad estuviera construyendo un archivo, acumulando las piezas de un puzzle... Acaso sea un material que tenga un desarrollo posterior. En todo caso -como reconocía el mismo Abad- el proyecto no está concluido.

Hay algo más que asoma en esta exposición y que tal vez sea una clave para entrar en el universo del artista. Antes decía que la exposición ocupaba dos espacios superpuestos: la planta baja, a oscuras, que contenía sus vídeo-instalaciones y el primer piso, que presentaba los trabajos con internet. Abad me explicaba que se sentía cansado de estos primeros trabajos solitarios con el vídeo y que deseaba abrirse al exterior. Simbólicamente la planta baja expresaría de alguna manera el mundo inconsciente del artista, mientras que las obras de la planta superior se abrirían hacia la realidad y hacia la luz. Intuyo que existe un nexo entre un universo y otro. El sótano es una especie de arqueología que sustenta el trabajo de net-art. Tanto en sus vídeo-instalaciones como en su actividad posterior en el net-art, Abad trabajaba con el mismo material: la ilusión. Precisamente uno de los canales del proyecto Gitano gira en torno a unas preguntas: "¿cómo te llamas? ¿cuál es tu trabajo actual? ¿qué ocupación te gustaría tener?" Estas cuestiones nos remiten al mundo del deseo, de lo que somos y de nuestras aspiraciones. La oscuridad de la sala o la inconmensurabilidad de la red es el espacio en el que se proyecta esta chispa de ilusión.