Exposiciones

Florian Beckers el fotógrafo de la noche

12 enero, 2006 01:00

Sin título, 2005

Sicart. Carrer de la Font, 44. Villafranca del Penedés. Hasta el 21 de enero. De 760 a 4.250 e.

Florian Beckers es un fotógrafo de lo nocturno. Sus fotografías -al menos las de su primera exposición individual en España- están sumergidas en el negro, un negro intenso y puro. De este negro surgen imágenes. La noche en Beckers no es ausencia; al contrario, es una caja de Pandora que posee todas las imágenes, todas las historias, todas las pesadillas. Y como sucede en el sueño o la noche, el negro de Beckers es el lugar de las alucinaciones. Estas fotografías poseen una gran pictoricidad; muchas de ellas son incluso referencias explícitas a la pintura. Pero también construyen un universo próximo al cine por aquello que poseen de suspense, de secuencia incompleta. Sus fotografías hacen sospechar, adivinar, vislumbrar. Pero es que, además, la imagen cinematográfica -como estas fotografías- es también una proyección, una llamarada de luz en la oscuridad de la sala. Algunas de las fotografías nos ofrecen directamente estas claves. Una de ellas presenta tres personajes de espaldas mirando la negrura de la noche. Esta fotografía, con múltiples referencias a la historia de la pintura (desde Friedrich a Magritte), alumbra el universo de Florian Beckers: lo que observan estas figuras de espaldas que contemplan la oscuridad es precisamente un mundo surreal y extraño, el reino de la noche. De la misma manera, otra de las imágenes alude explícitamente a la mirada del cine y a la sala de proyección.

El día de la inauguración Florian Beckers trajo consigo un artefacto que contribuye a explicar su mundo: una máquina de humo en el cual se proyectaban imágenes. En efecto, la máquina creaba una cortina de vapor que hacía la función de pantalla y sobre la cual emergían las imágenes proyectadas. Estas evanescentes y vaporosas imágenes aparecían y desaparecían como si fueran fantasmas. éste es el mundo de Beckers: el fantasma que se vislumbra en la noche, la presencia inquietante en lo cotidiano, algo que es presentido, más que visto, y nunca revelado.

Y, sin embargo, a pesar de evocar el mundo de los sueños, las fotografías de Florian Beckers son de una gran nitidez: las figuras y los objetos contrastan limpiamente con el fondo oscuro. Metafóricamente se podría decir que Beckers utiliza una especie de linterna o foco para alumbrar puntualmente la negrura de la noche. Yo me lo imagino como un cúter que corta la espesura de la noche.