Exposiciones

De la magia del circo

El arte del riesgo

19 enero, 2006 01:00

El Circ Pànic en una actuación en Bergen (Noruega) en 2004

Comisarios: J. Jané y J.M. Minguet. CCCB. Montalegre, 5. Barcelona. Hasta el 5 de marzo

La exposición presenta el circo como un espectáculo dinámico y ecléctico de una gran vitalidad, capaz de integrar aportaciones y experiencias provenientes de diferentes ámbitos de una manera creativa. Hoy como ayer el circo es algo profundamente vivo. Es el "arte del riesgo", definición que es el epígrafe de la muestra y que alude precisamente a la capacidad de experimentación, al circo como espacio de creación. Puede que al final no existan límites precisos entre el teatro, el circo, el music hall, la pantomima o la danza. En el fondo estamos hablando de magia y fascinación, de sorpresa y asombro, esto es, de un arte que integra todas las artes.
Siguiendo el discurso de los comisarios -Joan Miguet y Jordi Jané-, el punto de partida de la muestra es el proceso de progresivo deterioro que había alcanzado el circo en torno a los años setenta. Es entonces cuando se plantean diversas alternativas. En ocasiones, el circo apuesta por una vuelta a la tradición; otras por la lamentable imitación de los modos y estrategias de los medios de comunicación. Pero también, estimuladas por el rico contexto cultural del momento, aparecen nuevas manifestaciones que significan una auténtica renovación del circo. En Francia se denomina "nouveau cirque" y, entre otros, el Cirque du Soleil es quizás la compañía de teatro-circo "alternativo" que ha obtenido más proyección. Este proceso de renovación tuvo en Cataluña -más que en ninguna otra región española- una particular resonancia y la exposición plantea a grandes rasgos las etapas, los referentes, los protagonistas de esta transformación del espectáculo. La primera época de Els Joglars y Els Comediants, la intervención de Joan Miró, Joan Brossa o Carles Santos en el teatro o disciplinas próximas, figuras como Pep Bou o compañías como La Fura dels Baus nacen directa o indirectamente de este contexto.

Esta exposición tiene el mérito de ser de las pocas muestras dedicadas al circo o al espectáculo como tal, es decir, de plantearse una reflexión sobre el género y de reivindicarlo como creación. Por lo demás, se ha realizado un trabajo de recopilación documental muy importante que comprende grabaciones de espectáculos que han de quedar como memoria. Pero hay otro aspecto que interesa destacar, subrayado por el espectacular montaje: es la idea de fiesta, de carnaval, de magia, de ritual ancestral… Este es el mensaje, acaso el más importante, que transmite la exposición: el circo como una de las bellas artes de la seducción.