Exposiciones

La animación del compromiso

Historias animadas

22 junio, 2006 02:00

Joshua Mosley: A la vista, 2004

Caixaforum. Marqués de Comillas 6-8. Barcelona. Hasta el 8 de octubre

Como alude el título de la exposición, Historias animadas, se dedica al cine de animación. El proyecto inicial se ha modificado ligeramente. En un principio se preveían dos grandes ámbitos: en el primero de ellos se situaban los referentes históricos (Georges Méliès o Segundo Chomón, por ejemplo) y en el segundo se presentaban trabajos de artistas contemporáneos. La exposición final se ha reducido a esta segunda parte, que consiste en una aportación de treinta creadores estrictamente contemporáneos entre los que cabe destacar a Carlos Amorales, Lars Arrhenius, Benoît Broisat, Kota Ezawa, Simon Faithfull, Ruth Gómez, Chung-li Kao, Zilla Leutenegger, Basim Magdy, Joshua Mosley, Yusuke Sakamoto, Sheila M. Sofian o Lev Yilmaz. Aunque la selección no está exenta de interés, el proyecto ha perdido: ha perdido en reflexión, en investigación, en legitimación para transformase en una suerte de festival. Por otro lado, se ha recuperado un interesante apartado -desde el punto de vista histórico- sobre cine de animación catalán de la década de los setenta y principios de los ochenta.

Ahora bien, ¿qué entendemos por cine de animación? En un sentido estricto el cine de animación registra una sucesión de imágenes fijas de manera que al proyectarse consecutivamente produce la sensación de movimiento. La animación crea una impresión de dinamismo basado en las teorías de persistencia retiniana. Su origen está en procedimientos y aparatos que preceden al cine, como la linterna mágica o las proyecciones de fantasmagorías… Pero hoy en día, con la incorporación del ordenador y la imagen digital, la noción de cine de animación ha estallado literalmente.

La animación ha tenido diversas aplicaciones y posee multitud de estéticas. ¿Quién puede negar que Walt Disney es la manifestación más comercial y conocida del cine de animación? ¿Y qué decir de su uso sistemático en el ámbito de la publicidad? Pero la animación también se ha cultivado en el ámbito de la vanguardia y la experimentación. En este sentido, los comisarios Juan Antonio álvarez Reyes, Laurenze Hazout Dreyfus, Neus Miró y Marta Gili han elegido una opción: el compromiso crítico. En los trabajos seleccionados hay una suerte de posicionamiento político.

Ciertamente, en el ámbito de la creación contemporánea existe una tendencia a la "deconstrucción" de los discursos oficiales, lo cual genera nuevos tipos de servidumbres. Curiosamente los espacios de exhibición institucionales son los que subvencionan este tipo de modelos y comportamientos, que resultan inviables en el ámbito privado. Lejos de nosotros censurar el compromiso político, pero en esta ciudad prácticamente todas las salas institucionales son de arte comprometido, lo que no deja de resultar paradójico.

A nosotros nos ha interesado la instalación de William Kentridge que, a modo de preámbulo, introduce al espectador en la exposición. Aunque Kentridge es un autor político, sin embargo en estas piezas se distancia de este tipo de discurso. Se trata más bien de un homenaje a la magia, a la imaginación, a Méliès, a la sorpresa… a la materia de que está hecha la animación y que en esta muestra se nos ha escamoteado.