Exposiciones

En un mundo globalizado...

Registros y hábitos

12 octubre, 2006 02:00

Bleda y Rosa: Mandíbula de Banyoles, Banyoles, 2005. serie Origen

Comisaria: Nuria Enguita. Fundación Antoni Tàpies. Aragón, 25. Barcelona. Hasta el 10 de diciembre.

Comisariada por Nuria Enguita Mayo, Registros y Hábitos. Máquina del tiempo /imágenes de espacio reúne en un proyecto de tesis piezas de Yael Bartana, Massimo Bartolini, Erick Beltrán, Bleda y Rosa, Jeanne Faust, Xisco Mensua y Francesc Ruiz. El programa de mano que se facilita en la entrada de la exposición hace referencia vagamente a la voluntad de realizar una reflexión sobre la memoria, la identidad, a la construcción de las historias… Así, por ejemplo, Bleda y Rosa, quienes confrontan su primera serie Campos de fútbol (1992-1995) y su reciente producción, Origenes (2003-2006). La primera capta estadios de deporte vacíos y desvalijados, como si de una ruina moderna se tratara; la segunda fotografía yacimientos arqueológicos donde se han localizado restos de homínidos. De alguna manera ellos trabajan con las huellas que deja el tiempo -por ausencia o por presencia-. De Xisco Mensua me ha interesado especialmente su serie 1936-1975 (1998), que utilizando material de los medios recrea una crónica sobre la realidad española, un mundo que es a la vez poético y crítico. Francesc Ruiz presenta grandes murales en blanco y negro sobre el muro en que se dibujan barrios y ambientes entre la memoria, la imaginación y su propia percepción.

La descripción podría seguir... Sin embargo interesa destacar que se trata de una propuesta ambigua. Al margen de la respetabilidad que merecen los artistas y sus obras, no sabría decir cuál es el argumento. Parece que se tratasen de iniciativas aisladas. Entre otras cosas, las obras presentadas están abiertas a muchas interpretaciones. Son opacas, es decir, se resisten al análisis, dejan al espectador en suspenso, en una soledad interpretativa… Aspectos que en sí mismos no son buenos ni malos, más aún, según los casos, su aportación puede residir en esta calidad equivoca. Pero esa obertura dificulta reunirlos en un proyecto común. Hay algo que se escapa…

Dicho sea de paso, la identidad, la memoria, el cómo contar historias ha sido lo que siempre se ha planteado la poesía y el arte contemporáneos. Pero yo diría que lo justifica, el aglutinante de la exposición no es tanto una reflexión o una problemática puntual, como la búsqueda de una posición o de un proyecto que dé sentido a una labor de gestión cultural desde un espacio público. En más de una ocasión Nuria Enguita, como responsable de exposiciones de la Fundación Tàpies, ha manifestado su intención de desarrollar un contradiscurso frente -según ella- a la homogenización y la comercialización de la cultura. La intención de Registros y Hábitos es la de promover un "arte" de experimentación y de compromiso social capaz de generar diálogo y nuevas formas de ver. Un arte -o mejor unas manifestaciones- que rompan con las convenciones y las lecturas lineales del arte fácil y los medios de comunicación, que pongan en cuestión los lenguajes tradicionales y que, en consecuencia, signifiquen nuevas formas de contar. En esta búsqueda de un proyecto de gestión radica el interés de la exposición en concreto y de la Fundación Tàpies en general.

En estos tiempos modernos, sin embargo, las cosas son complicadas. A Nuria Enguita le corresponde la difícil labor de dar un sentido creativo a un espacio institucional. Resulta que el "pensamiento crítico" es el dominante, que los espacios públicos promocionan un solo tipo de arte, que por explicar Duchamp ya no explica nada, que Walter Benjamín también está erosionado de tanto manosearlo sin sentido… El mapa de centros institucionales de Barcelona no absorbe a generaciones de jóvenes artistas de experimentación porque simplemente no encajan.

Tristes tiempos los nuestros, pero desde siempre el arte y la poesía han vehiculado una dimensión transgresora y acaso -a pesar de las apariencias- también la cultura de masas. Porque, ayer como hoy, la cultura, mantener una relación creativa con la cultura, es una conquista personal.