Pilgrimages for a New Economy (Taiyuan Museum of Art, 2010, Taiyuan, China), 2012
Vive en Los Ángeles, pero es española, de Bilbao. Estos días presenta en Madrid y Bilbao dos exposiciones sobre su trabajo 'Peregrinaciones para una nueva economía', que trata de la relación entre arte, economía y colonialismo. Entre ellos se esconden un buen puñado de tópicos.
En línea con el trabajo que viene desarrollando, esta serie de apariencia sencilla abarca diversas cuestiones plásticas y de significado muy relevantes. Me parece particularmente interesante la integración del medio en el mensaje. Tenemos en primera instancia la imagen digital, que no sabemos quién ha producido: ¿un fotógrafo profesional, contratado por el museo o la ciudad que se promociona, o un visitante que ha compartido su experiencia personal? Al turista artístico -profesional o aficionado- le interesa por lo general demostrar que "estuvo aquí", porque lo que uno vale se mide entre otras cosas por lo que uno ha visto en sus viajes a lo largo y ancho de este mundo.
El desplazamiento constante está guiado por la necesidad de conocer lo nuevo... pero la artista introduce ahí un recurso formal que contradice ese objetivo. La imagen pasa por cuatro estadios: la fotografía original, su aparición en la pantalla -contaminada por la suciedad del cristal-, la fotografía digital de la pantalla -distorsionada por el flash- y su revelado en papel, realizado en un laboratorio de supermercado, donde las fotos son recortadas al azar en uno de los tres tamaños estándar. Al final de este periplo, los edificios quedan en varios casos casi irreconocibles y siempre parecen, frente a esa exigencia de novedades, viejos; como antiguas copias deterioradas por una mala conservación.
El fotógrafo, en estas imágenes, siempre se queda fuera. Vemos sólo exteriores, lo que podría aludir a la generalizada superficialidad en el conocimiento del arte, a la rareza del acceso real. Hay también una referencia al paisaje romántico y trascendente, pues el polvo de la pantalla y las interferencias cromáticas del flash crea azarosos efectos atmosféricos, y los destellos recuerdan a esas luces cenitales que denotaban en la pintura religiosa la presencia de lo sobrenatural... pero la trampa no se esconde.
Simultáneamente a esta exposición en Madrid, Erlea Maneros Zabala expone en la galería Carreras Múgica de Bilbao un proyecto basado en materiales de la Colección de Fotografía Orientalista de Ken y Jenny Jacobson, que incide en los tópicos representativos y culturales nacidos en la época colonial, en la que el viaje -exótico- fue también un gran generador de imágenes.