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Image: Núria Güell, el valor y el compromiso
Núria Güell, el valor y el compromiso
Alegaciones desplazadas
18 enero, 2013 01:00Vista de la exposición
En el caso de Núria Güell la distancia está entre pensar que la ley de extranjería implica considerar que hay ciudadanos de primer orden (en el primer mundo) y otros que no lo son y que sus países de origen se convierten en destino de turismo sexual para los del primer mundo; y montar un jurado con jineteras cubanas para encontrar un marido cubano que casándose con ella obtenga permiso de residencia en España. Por si quedaba alguna duda el proyecto lleva por título Ayuda Humanitaria.
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Vista de la exposición
Esa escueta llave es cómo un índice que acarrea todo el contenido del proyecto. En otros casos, la artista multiplica la documentación, por ejemplo, mostrando todas las cartas que ha intercambiado con los presos españoles calificados como FIES, confinados en total aislamiento aplicando un limbo en la legislación penal española, en las que explican sus condiciones de vida y denuncian a la administración. Este despliegue de documentación podría recordar proyectos de Hans Haacke como en el que recopilaba información sobre los procesos de especulación inmobiliaria en Nueva York. Sin embargo, las propuestas de Núria Güell no se significan especialmente por realizar un revisionismo de las estrategias del arte conceptual, básicamente porque la parte formal está muy alejada de proyectos como los de Hans Haacke. En esa revisión, por ejemplo, se situarían artistas como Santiago Sierra y su insistencia en la fotografía en blanco y negro.
En el caso de Núria Güell lo del arte parece ser lo de menos. Y esa es la mejor noticia: la que califica su implicación. El arte es, simplemente, el medio para poder intervenir, para colarse por esos pretextos del sistema, para evidenciarlos y denunciarlos, y para poder comprometerse, personalmente, en un proyecto vital político y social. Un proyecto en el que el arte también queda desnudo.