Vista de sala. Foto: Paco Rocha

La legitimación del pensamiento crítico en las prácticas artísticas españolas entre1975 y 1995 supone un controvertido punto de partida para uno de los proyectos más ambiciosos de la historia reciente del Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela. La "exposición de exposiciones" que nos proponen sus comisarios Mariano Navarro y Armando Montesinos, bajo la dirección de Santiago Olmo, se dibuja a través de "a cartografía de las líneas más significativas de la crítica de arte mediante la revisión y relectura de una serie de exposiciones producidas en esos años por comisarios españoles", según reza el primer párrafo de su hoja de sala.

La pulsión enciclopédica, declinada a través de propuestas heterogéneas, convierte [Ex]posiciones críticas en un gran archivo, un atlas de consulta ágil sobre la historia reciente del arte español donde la gramática expositiva quizá no sea lo más importante sino que, como un iceberg, el proyecto late en aguas más profundas. La muestra se articula a través de tres exposiciones -una en cada planta del museo- que a su vez, y cronológicamente, despliegan la memoria de otras doce. A esto hay que añadir un ciclo de debates, entendidos como pieza esencial integrante de la exposición, para los que se han invitado a participar a casi 50 agentes del mundo del arte con el objetivo de configurar un contra-mapeo, esta vez del pensamiento crítico actual. Además, se van a editar tres números de una revista que incluirá la transcripción de dichos debates junto a tres entrevistas monográficas (una por número) a María de Corral, Jesús Palomino y Simón Marchán. Por último, se está preparando la edición de un catálogo antológico que reunirá los textos comisariales de la época y el material recopilado y generado por el proyecto.

Vista de sala. Foto: Paco Rocha

Hay que destacar la labor arqueológica que han desarrollado los comisarios en más de año y medio de trabajo; la recuperación, a veces imposible, de piezas, bocetos, textos y documentación de la gestión de la época (como la carta de rechazo al proyecto del colectivo C.V.A. para la exposición Fuera de formato por haber presentado "pocas fotos y ninguna referencia a la actividad que representan"). Entre los artistas participantes encontramos nombres como Esther Ferrer, Isidoro Valcárcel Medina, Adolfo Schlosser, Eulàlia Grau, Concha Jérez, Carlos Alcolea, Nacho Criado, Santiago Serrano, Carlos Pazos, Guillermo Pérez Villalta, Chema Cobo, Ferrán García Sevilla o Juan Navarro Baldeweg junto a una representación de la generación de artistas gallegos Atlántica o el homenaje en el primer piso de la figura del teórico y comisario José Luis Brea. Una mirada poliédrica que no pretende recrear las exposiciones originales, aunque sí evidenciar el espíritu de una época.

La aparición de la figura del comisario en el panorama español, la consolidación de la democracia, las problemáticas del mercado, el nacimiento de las facultades de Bellas Artes o la irrupción del arte y la reflexión teórica realizada por mujeres son algunos de los presupuestos sobre los que bascula una exposición en la que constatamos la institucionalización de la crítica (y lo crítico) desde el museo. En realidad, como ya dijo el recientemente fallecido historiador y teórico TzvetanTodorov, "la crítica de la crítica es el colmo; sin duda un signo de la futilidad de los tiempos ¿quién podría interesarse en ella?".

@mariamarco_