Nadia Benchalla: Demostration for the disappearance of the singer Matoub Loune, Tizi Ozou, 1994 (detalle)
La exposición En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe obedece a una de las líneas programáticas que se establecieron como novedad en el IVAM tras la incorporación de José Miguel Cortés como director. Con ese objetivo, se presenta aquí, de la mano de Juan Vicente Aliaga, un mosaico d veinticuatro mujeres artistas. Con ellas, se aborda la nada fácil tarea de presentar las diferentes perspectivas de la creación artística surgida en los países árabes desde los años noventa. Dar voz a la creación artística de una vasta región como la de los países árabes y especialmente a las mujeres, de entrada, resulta sumamente interesante y pertinente. Sin embargo, en este tipo de exposiciones los riesgos son altos, aunque se trate de sustraer una mirada occidental totalizante, tanto desde los discursos como desde las formas. No habría que perder de vista, en ese sentido, que la exposición la hacemos nosotros aquí y para nosotros, y que la mayoría de las artistas representadas se han formado en países occidentales y sus códigos artísticos son, por tanto, también los nuestros.Así las cosas, llamados por el interés de la exposición, tratándose de mujeres artistas árabes, el foco de atención no estaría tanto en encontrar novedades respecto a lenguajes o formas, sino en los discursos y en el modo en el que las obras expuestas y las artistas representadas pueden llegar a forjarnos una idea de sus visiones del mundo y sus problemáticas, aun siendo el discurso que las imbrica aquí, como hemos señalado, el occidental.
Vista de sala
Tras una muy interesante introducción con numerosos documentales que contextualizan lo que veremos más adelante, se suceden cuatro bloques expositivos. En el apartado Espacios privados, ámbitos personales, donde abunda el aparato documental (video y fotografía muy persistente en la muestra), las obras de Mona Hatoum y Gadah Amer constituyen lo más significativo y también conocido de la exposición, donde destacan asi mismo las contribuciones de Zineb Sedira con la magnífica pieza Lengua materna (2002). El apartado El cuerpo, el deseo, la sexualidad, más allá de uno de los conocidos lienzos de Ghada Amer, abunda en fotografías que rebosan el estricto ámbito del feminismo, para tratar la sexualidad desde las experiencias LGTB, con las contribuciones de Ahlam Shibli. Los conflictos de las ciudades contemporáneas acaban reducidos en Lugares y símbolos de lo público, donde sobresale la fotografía de Rana El Nemr. Finalmente, La historia, sus pliegues y conflictos deja un hueco para tematizar, de algún modo, conflictos políticos y hechos históricos. Y aquí, amén de una conocida pieza de Mona Hatoum, arrinconada en no muy buen lugar, destaca la gran proyección Vacuum (2007) de Raeda Saadeh.