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Tendencias a la vista

Lo mejor de 2017: Arte | Análisis

29 diciembre, 2017 01:00

Dorothea Tanning: Pequeña serenata nocturna, 1943, en la exposición Somos plenamente libres del Museo Picasso Málaga

Especial: Lo mejor del año

Las listas de mejores exposiciones, con su aleatoriedad, sus clamorosas ausencias y sus hipérboles, suelen revelar algunas tendencias en el panorama artístico. Este año, el Museo Reina Sofía se lleva la palma con tres exposiciones: William Kentridge -Premio Princesa de Asturias de las Artes-, Bruce Conner y Esther Ferrer, que por fin celebra su Premio Velázquez, recibido en 2014. No figura entre las ganadoras la apuesta más fuerte del museo en 2017, la muestra que conmemoró los 80 años del Guernica, ni ninguna del Museo del Prado; sus dos hits no han seducido a los críticos: Hispanic Society of America -trasiego de colecciones- y Fortuny -por la parte del preciosismo y los casacones-. Combinaron pintura y artes suntuarias las de William Morris y Sonia Delaunay, que junto a Máquinas de vivir -arquitectura y flamenco- ponen en candelero las aproximaciones multidisciplinares. Y sacaron partido de manera creativa a las colecciones institucionales un viaje por los mapas fantásticos y fantasiosos de la Biblioteca Nacional, una nueva perspectiva sobre Miró a través del arte sumerio y una sorprendente expedición al almacén del MNAC liderada por Francesc Torres.

Hay otras tendencias detectables. Destacaría la revisión del reciente pasado artístico en España a través de exposiciones, espacios e iniciativas colectivas, en la que se han coaligado el CAAC con 1975-1992 y Arte y cultura en torno a 1992, el CGAC con [Ex]posiciones críticas 1975-1995, el IVAM con Testimonios de la ciudad. Activismos políticos y culturales en la Comunidad Valenciana (1970-2015), el CA2M con Espacio P, CentroCentro con La cara oculta de la luna, el MACBA con Video/Nou o la Fundación Suñol con Galería Vijande. Y, en un año con pleno femenino en los premios de cultura, el de artes plásticas para Ángela de la Cruz, el de fotografía para Cristina de Middel y el Velázquez para Concha Jerez, hemos lanzado miradas retrospectivas a las aportaciones de las mujeres artistas, como Somos plenamente libres. Mujeres artistas y surrealismo (Museo Picasso Málaga), En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe (IVAM) o Mujeres del silencio y Más allá de los géneros (MARCO y Auditorio de Galicia). Pero la más sonada en este capítulo ha sido una exposición que, por apenas incluir mujeres, ha sufrido gran vapuleo y ha cancelado su proyectada itinerancia: Pintura y poesía, la tradición canaria del siglo XX, en el TEA de Tenerife.

En políticas culturales, las penurias ya habituales. La externalización de servicios ha provocado huelgas en varios museos; otros siguen sin director, entre ellos el Patio Herreriano y el MARCO, que corre como Arts Santa Mònica hacia el precipicio; nos venden motos como los museos de Roberto Polo en Toledo y Cuenca; llega el fin de disparates como La Conservera en Murcia… Con salud o con algún achaque han cumplido años el Guggenheim, 20, y el Thyssen, 25, y ha nacido el Museo Íbero de Jaén, junto a nuevos espacios privados: Bombas Gens en Valencia, Planta en Balaguer. El procés ha tenido repercusiones también en el arte: Philippe Méaille se lleva el depósito -es lo que tiene este modelo- de obras de Art and Language del MACBA y el Museo de Lleida ha tenido que dejar salir las de Sijena. ¿Arreglará las cosas el diálogo? Nos han dado ejemplo Velázquez y Murillo (Fundación Focus), abriendo el Año Murillo, Toulousse-Lautrec y Picasso (Museo Thyssen), Bacon y Freud (Museo Picasso Málaga) o Juan Gris y María Blanchard (Museo Thyssen Málaga).

@ElenaVozmediano