Sin título, 2018
Existe una inclinación entre los artistas más jóvenes por trabajar con materiales encontrados. Es una manera muy directa de hablar de su entorno aunque a veces esconda la precariedad que rodea la producción de muchas de las piezas. La portuguesa Ana Santos (Espinho, 1982) no es ajena a esta tendencia y ha construido una obra en la que combina objetos de plástico, madera, cartón o metal con una delicadeza con la que consigue transformarlos en poesía visual. En su tercera exposición en la galería The Goma, nos sorprende con un giro de tuerca al trabajar con moldes. Con ellos traduce las formas originales a otros materiales más nobles (aluminio, cera de abeja, bronce…). Dos son las piezas más interesantes, de entre las cinco que hay en el espacio: los respaldos de sillas transferidos a aluminio y el canalón de cera de abeja. Una poeta visual que no hay que perderse, aunque nos quedemos con ganas de más.@LuisaEspino4